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Lo más destacable de Nacional pasa por la tabla; en el juego está lejos

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Felipe Carballo celebra el gol del triunfo en el juego donde Nacional se enfrentó con Estudiantes de Mérida. Foto: Marcelo Bonjour.
MARCELO BONJOUR

COPA LIBERTADORES

El conjunto de Gustavo Munúa sigue mostrando muchas falencias en el juego pero ganó los dos partidos de Copa; Felipe Carballo, clave y autor del gol en el 1-0 tricolor.

Cuando los jugadores de Nacional todavía estaban festejando el gol, Gustavo Munúa le hacía gestos a sus jugadores y sólo le preocupaba una cosa: que siguieran presionando, que se fueran para adelante; no quería que su equipo retrocediera en el campo a pesar de haber conseguido la ventaja a los 68’.

Es que en los pocos minutos que Nacional logró apretar un poco más arriba (solo un poco), ayudado notoriamente por el ingreso de Seba Fernández, fueron los minutos más destacados de Nacional frente a Estudiantes de Mérida, un equipo que se notaba que sufría cuando lo presionaban porque sus defensores daban la sensación de inseguridad.

Incluso sorprendió que Nacional no apostara desde el inicio del partido en presionar más arriba y adelantar sus líneas. Por muchos momentos fue un equipo estirado y sin profundidad. Tal es así que pasaban los minutos, el marcador no se alteraba en el primer tiempo, y los tricolores, que volvieron al Gran Parque Central, parecían no impacientarse, caso contrario a lo que sucedía en las tribunas.

Es que en el primer tiempo a Nacional le costó generar peligro. Apenas cuando aparecían Amaral o el Chory Castro -junto a Carballo los dos mejores del partido- el local dejaba la impresión de que algo bueno podía aparecer.

Es que Neves no estaba en su mejor noche, Oliveros estaba impreciso, Suárez no subía, Santi Rodríguez aparecía entreverado y por momentos aislado, y Vecino sumergido entre los tres centrales que puso la visita, y apenas pudo jugar de espaldas al arco.

Para el segundo tiempo Munúa sorprendió al sacar a Amaral en el minuto 59, más que por la salida del 10, por el ingreso de un volante, que fue Yacob. Pero el cambio resultó por la sencilla razón de que el argentino aportó orden, seguridad en el primer pase y principalmente le dio mayor libertad a Neves (fue el momento en el que levantó su juego, más cerca del área rival) y a Carballo; no en vano llegó el tanto del número 20 con un remate desde afuera del área que se desvió apenas en un rival.

También fueron importantes los aportes de “Papelito”, porque el equipo se animó a ir más arriba y tuvo una mayor movilidad que Vecino en ese tramo del partido.

Los jugadores no pudieron cumplir con lo que quería el técnico albo después del gol, porque Estudiantes de Mérida se fue arriba buscando el empate, más allá de que casi que no generó riesgo. Eso sí, en el primer tiempo la visita fue quien tuvo la situación más clara de gol con un pase largo que Laborda no pudo sacar y cuando Rivas quedó a mano a mano con Mejía, el panameño salvó a su equipo.

Sobre el final fue Nacional el que pudo sentenciar el juego cuando Seba Fernández dejó solo y de frente al arco a Santi Rodríguez, pero el 23 falló la inmejorable situación, momento en el que se lució el guardameta Araque.

Si bien Nacional está lejos de lo que puede dar a nivel colectivo, y le cuesta entrar en ritmo, ganó los dos partidos en la Copa Libertadores, ambos dejando su arco en cero (1-0), y está en el primer lugar del Grupo F, con buenas perspectivas a futuro. Siempre es mejor corregir ganando.

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