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Derbi: Atlético siempre se la juega contra el destino

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Atletico de madrid

El clásico madrileño por la semifinal de la Champions.

Somos el Pupas Fútbol Club", se quejó Vicente Calderón, el presidente del Atlético de Madrid que le puso su nombre al estadio colchonero. Su equipo acababa de perder la Copa de Campeones europea 1974 de manera poco creíble: le ganaba al Bayern Munich, el partido se terminaba y lo empató el defensa bávaro Schwarzenbeck, que nunca había hecho un gol, con un zapatazo lejano que encontró distraído al arquero Reina. No había penales, sino repetición de la final, y en la nueva instancia Bayern impuso su mejor condición física para ganar 4 a 0.

El Pupas era un personaje de ficción que atraía la mala suerte y tras la frase de Calderón se convirtió en un apodo más para el Aleti. Sin embargo, la desgracia mayor fue siempre vivir a la sombra de su vecino, el Real Madrid, el más prolífico ganador de trofeos en Europa. De esta forma, en los clásicos madrileños (derbi, en la castellanización de la palabra inglesa que usa la prensa española) parten siempre con desventaja.

La mala suerte del Pupas volvió a presentarse en la final de Lisboa 2014, cuando Sergio Ramos igualó pasada la hora y en el tiempo suplementario Real Madrid hizo tres goles más. Y el Aleti volvió a caer en la final de 2016 por penales, siempre frente a los rivales de la ciudad.

Sin embargo, desde que Diego Simeone es el técnico del Atlético, el equipo no se da nunca por vencido. Los colchoneros habían estado 14 años sin ganar un derbi por la Liga y desde la llegada del argentino han conquistado varios. Por la Champions League, luego de estos antecedentes (y uno más lejano en la vieja Copa de Campeones), todos adversos, el Atlético tendrá una nueva oportunidad este martes, en el derbi de ida por las semifinales.

"El Atlético suspira por la Champions, y no le importa las veces que haya que perderla, precisamente, contra el Madrid. No se desalienta. A veces han de sucederte cosas espantosas para saber de qué madera estás hecho. Los rojiblancos tienen una obsesión y la cultivan con total desprecio por el coste", escribió Juan Tallón en El País de Madrid.

Si Real y el Barcelona son dos colosos cuyo choque estremece al fútbol mundial, Atlético se encuentra varios escalones más abajo en cuanto a popularidad, tradición y presupuesto. Hasta el barrio diferencia a los rivales: el estadio Santiago Bernabeu se levanta en el Paseo de la Castellana, una de las zonas más exclusivas (casi como si hubiera un estadio en Bulevar Artigas y avenida Brasil) y el estadio Calderón fue construido en una zona obrera junto al río Manzanares.

Pero, por sobre todo, el Real está acostumbrado de toda la vida a las millonarias contrataciones, desde Alfredo Di Stéfano a Gareth Bale, mientras que Atlético debe tener buen ojo para descubrir talentos jóvenes y baratos, que duras penas puede mantener luego de su consagración.

El poderío económico madridista incluso le dio para "robarle" figuras a su vecino. Uno de los casos más recordados fue el del mexicano Hugo Sánchez. Las negociaciones entre los clubes se mantuvieron en secreto, se acordó un pase puente por la UNAM para despistar a los hinchas colchoneros, pero al fin se enteraron y el jugador pasó de ídolo a enemigo en un día.

El primer derbi madrileño se jugó en 1906 y ganó el Real por 2 a 1. En esos días, el Atlético se llamaba Athletic Club y era la sucursal madrileña del Athletic Bilbao, fundado por estudiantes vascos. Tras la Guerra Civil estuvo a punto de desaparecer; para subsistir, se unió al equipo de la Fuerza Aérea y pasó a llamarse Atlético Aviación. Más adelante asumió el nombre actual. Mientras tanto, Real fue creciendo de a poco y pegó el gran estirón que lo llevó a la cumbre a partir de la llegada de Di Stéfano en 1953.

Una curiosidad de la rivalidad es que Santiago Bernabeu, el legendario presidente del Real Madrid cuyo nombre lleva el estadio, fue futbolista del entonces Athletic de Madrid en 1920. Aparentemente lo hizo tras una discusión con los dirigentes del Madrid. Es como si Washington Cataldi hubiera jugado en Nacional o Miguel Restuccia en Peñarol...

Más allá de esas peripecias, el duelo entre los dos clubes se mantuvo firme. Cuando el Madrid estaba construyendo su estadio en la década de 1940, el Atlético le cedió gratis su viejo estadio Metropolitano, con la condición de que sus socios tuvieran libre acceso a los partidos. Y concurrían en buen número, pero para alentar al rival de turno del Real, lo cual originó frecuentes incidentes.

Contra ese destino que lo menosprecia y que le tiende trampas va el Atlético, entusiasta pero paciente para esperar su turno con la historia.

CR7 marcó 18 goles en el derbi.

El mayor goleador de la historia del derbi madrileno es Cristiano Ronaldo, con 18 conquistas en 27 partidos. Lo siguen Alfredo Di Stéfano y Santiago Bernabeu, ambos también madridistas, con 17. El mayor anotador del Atlético Madrid en estos encuentros es Paco Campos, con 12.

Los títulos de Diego Godín.

Uno de los símbolos de este nuevo y pujante Atlético Madrid es Diego Godín, en la foto ante el galés Bale. Desde que el defensa uruguayo se puso la camiseta rojiblanca en 2010, el club conquistó una Liga, una Copa del Rey, una Supercopa de España, una Europa League y dos Supercopas europeas.

Forlán y los uruguayos del Aleti.

Diego Forlán alcanzó gran destaque en el Aleti entre 2007 y 2010. Entre los uruguayos que pasaron por el club figuraron Fernando Correa, Cristian Rodríguez, Jorge Da Silva, Diego Alonso, Gonzalo de los Santos, Ruben Olivera, Leonel Pilipauskas. En el presente, además de Godín, está José María Giménez.

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