TORNEO APERTURA
Peñarol pone en juego la punta del Apertura ante Atenas de San Carlos sin Varela, Gargano y el “Cebolla”.
El de esta tarde es un partido para demostrar de qué está hecho este Peñarol. El año pasado y mismo el último miércoles en el Tróccoli, el equipo dejó en claro que puede arreglárselas sin los jugadores de la selección: Guillermo Varela y Crisitan Rodríguez. Ahora resta ver cómo responde sin Walter Gargano y cómo se repone ante el golpe anímico que significó la dura lesión del volante sanducero.
Lo cierto, y bueno para Peñarol también, es que enfrente tendrá a uno de los equipos más accesibles que puede presentar este Torneo Apertura. Eso, al menos en los papeles. Atenas de San Carlos, uno de los clubes recién ascendidos, marcha a los tumbos en este Apertura. Con un equipo joven, “Fito” Barán busca enderezar el rumbo para conseguir la regularidad necesaria como para mantenerse en la Primera División. Como dato alentador, lo bueno para el conjunto carolino es que ganó los dos partidos que jugó en su departamento.
Con estas bajas, ¿cuánto puede cambiar Peñarol respecto al equipo que venimos viendo? Mucho, porque la marca y el orden que proponía Gargano no se encuentra fácilmente en cualquier jugador. “Estaba en un buen momento de su carrera. Se va a tornar difícil suplantarlo, pero estamos tranquilos por el plantel que tenemos. Hay jugadores atrás esperando su oportunidad”, dijo Leonardo Ramos.
De todas maneras, donde apostará Ramos es en la delantera ya que Guzmán Pereira quedaría como único cinco e ingresaría Cristian Palacios al lado del “Toro” Gabriel Fernández.
También puede variar la propuesta del aurinegro si finalmente se confirma que Fidel Martínez arrancará como cuarto volante. El ecuatoriano había llegado inicialmente para jugar en esa posición, pero el entrenador lo utilizó como delantero en los primeros partidos del año. Con la velocidad que le puedan dar “Alegría” y Agustín Canobbio por los costados, si el equipo logra hacerse fuerte en la mitad del terreno, hay grandes chances de seguir viendo ese equipo vertiginoso que conocemos.
Es una prueba de clase para demostrar la calidad del plantel.