Pelusso comparece en la causa “por qué un club sin historia puede ganar la Sudamericana y un grande del fútbol uruguayo, no”; y en un tramo de la instancia no pregunta el fiscal, sino el periodista, que recuerda que los planteles de Nacional y Peñarol pasaban hasta 60 días concentrados cuando tenían otro protagonismo en los torneos continentales; y hoy eso no pasa.

“Del 12 de julio al 9 de diciembre, entre el torneo local, Copa Colombia y Sudamericana, jugamos 42 partidos: el promedio no llega a tres días y medio entre uno y otro; y como concentrábamos dos y hasta tres días antes, jugábamos, volvíamos a la concentración, entresemana viajábamos, jugábamos, y volvíamos a concentrarnos para el fin de semana, pasamos más tiempo en el hotel que en nuestras casas. Cada pueblo tiene sus costumbres, y hay países como Colombia, donde hay que concentrar así y no voy a entrar en detalles; y los jugadores lo aceptan, nadie dice nada. En otros países, no; el Barcelona no concentra, van directo a los partidos, pero son culturas diferentes…además, para algunos jugadores las concentraciones son muy largas, pero para otros son muy necesarias: en grupos de 30, algunos van a la casa a descansar y comer a la hora adecuada, pero hay otros que no comen ni descansan. Es un tema medio tabú para los entrenadores, capaz que algunos no lo hacen por miedo a que el jugador se vaya a enojar; yo no tengo miedo que ningún jugador se enoje. No estoy para ir a hacer amigos, o que los líderes están contentos; si no les gusta, mala suerte. Algunos no iban a jugar, pero igual los concentraba. Vamos a decir las cosas como son: ¡con algunos, estoy más tranquilo si los tengo adentro del hotel que en la calle!”

CONCENTRACIONES