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Conde le ganó su clásico a Forlán

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Esteban Conde ataja un cabezazo de Diego Forlán. Foto: Gerardo Pérez
GERARDO PEREZ PALADiNO

El arquero tricolor le ahogó dos gritos de gol al aurinegro cuando el partido todavía estaba con el score cerrado.

Conde se diplomó de arquero de equipo grande después de tapar un nuevo mano a mano. Los hinchas de Nacional festejaron su atajada como si fuese un gol. Y los hinchas de Peñarol lamentaron el acierto del arquero tricolor ante Diego Forlán, que no pudo definir bien ante la salida apresurada para ahogarle el tiro y cerrarle el ángulo al delantero aurinegro.

Esa era su tercera contención gravitante. Ya había ganado otro mano a mano ante Diego Ifrán y también había contenido sin dar rebote y con gran ubicación, un cabezazo a boca de jarro del propio Forlán, todo en apenas diez minutos, cuando Peñarol se soltó un poco más y llegó hasta la última zona de Nacional.

Y ahí surgió el primer duelo clásico. Justo, entre dos debutantes, porque tanto Conde como Forlán, jugaban su primer clásico en el fútbol uruguayo, y el duelo, lo ganó el 1 tricolor.

Esa fue una de las claves del partido, claro, porque en el momento que más y mejor jugaba Nacional, Peñarol sorprendía con llegadas, con dos latigazos de Forlán para poder de cara al gol a Ifrán y otro habilitando a Zalayeta para que desbordara y tirara un centro que el propio Forlán terminó cabeceando mal, al medio del arco, cuando quedó de frente al gol dentro del área chica, en medio de los zagueros tricolores.

Conde intervino poco y bien. Fue decisivo en esos primeros 45 minutos, porque después de tres contenciones tremendas, llegó el gol de su equipo y se cerró ese primer tiempo con victoria parcial. Las contenciones del arquero fueron tan determinantes que se fue aplaudido por la parcialidad apenas pitó Cunha el final de la etapa inicial, y esos aplausos se repitieron cuando pasó a ocupar el arco que está delante de la Colombes.

Fue su bautismo clásico, y lo hizo con un nivel superlativo ya que en las pocas ocasiones que fue exigido, respondió de muy buena forma. Ayer, se diplomó de arquero de equipo grande.

En sus manos se estaba sosteniendo una victoria clave, fundamental, pero no pudo cerrar con llave su arco.

Salió y ganó por arriba en varias ocasiones. Cortó centros y respondió también con los pies cuando fue exigido.

El clásico tenía su nombre, al menos hasta el minuto 79 cuando una pelota que cayó al área y fue desviada por el Colo Romero terminó lejos de su alcance, junto al segundo palo, y ahí surgió la figura fantasmal del Vasquito Aguirregaray para marcar el empate 1-1. Pero Conde puede dormir tranquilo. Ganó su clásico, y se lo ganó nada menos que a Diego Forlán.

Fueron debutantes

Diego Forlán y Esteban Conde fueron dos de los debutantes en el encuentro clásico de ayer. Y estuvieron bajo la mira de todos, obvio. El arquero tricolor fue una de las mejores figuras de la cancha, Forlán no defraudó.

Cuando el fútbol se parece al ajedrez

Yo defiendo, tú defiendes...

Munúa puso a Eguren como volante central y tres volantes más por delante. Mediocampo defensivo y batallador. Tuvo el protagonismo y manejó el inicio del clásico.

Yo me protejo, tú te protejes

Bengoechea pensó en armar una defensa con estatura y más marca. Por eso colocó a Mac Eachen en el lateral zurdo. No tuvo proyección, y se valoró en el tramo final.

Yo cambio, tú cambias...

Bengoechea cambió a tiempo: le dio velocidad al equipo con Luque y Albarracín y complicó a Nacional. Le empató y generó más chances. Munúa se demoró en las variantes.

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Esteban Conde ataja un cabezazo de Diego Forlán. Foto: Gerardo Pérez

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