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Clásico... ¡Y vuelta!

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Foto: archivo El País.

Torneo Clausura 1999

El último antecedente para los aurinegros. Hace 19 años, llegaron al clásico con la posibilidad de ganar el Clausura y asegurarse un lugar en las finales. El encuentro, en medio de un ambiente ya caldeado, tuvo de todo: dos fracturados, un expulsado y un gol anulado.

El clásico del Clausura 1999 en las mejores imágenes. Fotos: archivo El País.
Antonio Pacheco, en el piso, acusa un golpe en la boca. Ruben Sosa, capitán tricolor, le explica que no lo tocó. Foto: archivo El País.
Antonio Pacheco fue una de las principales figuras de ese clásico. Puso las dos asistencias en los goles de Bengoechea y Cedrés. Foto: archivo El País.
El "Tony" y el "Profesor" festejan el 1-0 parcial. Peñarol se puso en ventaja justo antes de terminar el primer tiempo. Foto: archivo El País.
"Tony" Pacheco y "OJ" Morales, dos símbolos de cada institución en estas últimas dos décadas, disputándose la pelota. Foto: archivo El País.
Con su pierna, el "Chengue" Morales golpeó la cabeza de Federico Elduayen cuando los dos iban por la pelota. El arquero tuvo que ser sustituido. Foto: archivo El País.
El arquero de Peñarol perdió el conocimiento. Cuando llegó al hospital le detectaron la fractura en el cráneo. Foto: archivo El País.
Walter Pandiani y Federico Bergara en uno de los duelos. Unas semanas más tarde, el delantero sería determinante convirtiendo en la final. Foto: archivo El País.
Ruben Sosa no pudo desnivelar en aquel partido. El número 10 y emblema tricolor se fue revoleando la camiseta. Foto: archivo El País.
Martín Del Campo y Gabriel Cedrés se disputan la pelota. Como en cada clásico, los protagonistas no quieren regalar absolutamente nada. Foto: archivo El País.
Gianni Guigou en uno de sus últimos partidos con la camiseta de Nacional. Meses después sería transferido a la Roma. Foto: archivo El País.

Nacional venía de obtener el Apertura y Peñarol tenía la obligación de ganar el Clausura para llegar a las finales. Hasta ahí todo normal. El tema es que ese clásico del segundo semestre de 1999 presentaba la misma situación que se vivirá el próximo sábado en el Centenario, porque si el aurinegro consigue un triunfo ante el tradicional rival se quedará con el título.Hace 19 años los grandes protagonizaron un clásico que tuvo absolutamente de todo: dos fracturados, un expulsado, un gol anulado... ¡Y vuelta olímpica de Peñarol! Algo impensado en estos años, donde tanto tricolores como aurinegros “normalizaron” el hecho de solo celebrar los Campeonatos Uruguayos.

Lo cierto es que esa tarde el equipo de Julio Ribas confirmó la ventaja que traía en la tabla de posiciones (finalmente terminó nueve unidades arriba) y se llevó el triunfo. Federico Elduayen, Cafú, Joe Bizera, Marcelo De los Santos, Darío Rodríguez, el “Gato” Romero, Marcelo De Souza, Pablo Bengoechea, Antonio Pacheco, Gabriel Cedrés y Walter Pandiani, fueron los futbolistas que asomaron por el túnel de la Tribuna Ámsterdam.

Carlos Nicola, Martín Del Campo, Damián Rodríguez, Jorgeão, Federico Bergara, “OJ” Morales, Diego Scotti, Gianni Guigou, Ruben Sosa, Richard Morales y Gabriel Álvez, los 11 que puso Hugo De León para intentar frenar a un equipo mirasol que venía afiladísimo con un promedio de cuatro tantos por partido.

Sin embargo, no hubo caso. A pesar de lo friccionado y discutido que se hizo el juego, Peñarol sacó una luz de ventaja con sus individualidades para encaminarse a una nueva consagración. Pablo Bengoechea, antes de terminar la primera parte, y Gabriel Cedrés, en el complemento, marcaron los goles tras dos tremendas asistencias de Antonio Pacheco. Jorgeão puso el descuento, mediante tiro penal, en el final.

“Para que existan finales había que ganar el Clausura. Era un objetivo claro, real, concreto, pero lo que magnifica más íntimamente este pequeño gran logro son las circunstancias en las que se dieron”, dijo Julio Ribas. “Los hombres y los grupos se ven, y se pone a prueba su temple cuando se rehacen de cosas muy difíciles y negativas”, agregó en aquel entonces.

Lesionados. Los dos jugaron al límite, disputándose todo en cada pelota. Y así lo demostraron en la cancha. Federico Elduayen terminó con fractura de cráneo y Damián Rodríguez se rompió la tibia. El arquero carbonero fue abajo a rechazar una pelota y la pierna de Richard Morales chocó contra su cabeza. Perdió el conocimiento, el juego siguió unos segundos más, hasta que el árbitro paró el partido. Luis De Agustini ingresó en su lugar. Rara situación fue la del zaguero tricolor. Fue a cortar una arremetida de Marcelo De Souza, le pegó y él terminó lesionado.

Polémica. Cuando el partido iba sin goles, al “Buitre” Álvez le anularon un gol por supuesta mano del “Chengue”. Mano hubo, pero de Bizera. La jugada fue parte del debate futbolero de la semana posterior.

Ambiente. El clima entre los jugadores venía áspero. Peñarol recién había eliminado a su tradicional rival de la Mercosur con los recordados cruces entre Carlos Camejo y Bengoechea. El capitán tricolor se negaba a darle la mano al “Profesor” en el sorteo previo al inicio del choque.

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