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“Sinceramente, armar un once con la calidad y gran cantidad de muy buenos jugadores uruguayos que hubo y hay es muy complicado. No es nada fácil dejar de lado a varios talentosos, pero hay que hacerlo. Así que mi equipo lo termino definiendo con futbolistas con los que pude compartir equipo y con los que me parece que tendrían que estar. Pero repito, soy sincero, podría armar también entre tres o cuatro equipos más con aquellos grandes jugadores que tuve la suerte de tener de compañeros. Opté por este once y seguramente soy injusto con muchos, porque tuve la suerte de ver jugar y de competir con muchísimos futbolistas uruguayos de un enorme nivel deportivo y humano. Tenía que elegir y bueno, es este mi equipo”, afirmó Edgardo Adinolfi.

“El rival más duro a nivel individual porque siempre era un demonio, un diablo, Ariel Ortega. Y contra el equipo más duro que me tocó jugar fue contra Brasil. En 1995 luego de la Copa América hubo un amistoso en Bahía y perdimos 2-0 con dos goles de Ronaldo. Ese fue el Brasil que empezó a prepararse para el Mundial de 1998. Un cuadrazo”.

”El mejor gol no lo elijo por lindo si no por lo que significó. Fue el que le hice a Colombia en la Copa América de 1995 y por la semifinal del campeonato. Fue muy importante y significó mucho para mí porque con la Selección hacer un gol en una semifinal y jugando de local por Copa América, con la gente en el Centenario, fue muy emocionante”.

“El mayor error de mi carrera fue el retiro. Me fui muy joven. Lo hice a los 32 años y creo que me apresuré, tenía que haber seguido un par de años más para poder retirarme en River Plate que fue el club que me dio todo, tanto desde el punto de vista humano como profesional. Pasé casi 20 años en el club. Me apuré al retirarme, tenía que haber estirado la carrera”.

“El fútbol me dio la oportunidad de conocer varios países, de estar en muchas ciudades, pero no lo dudo y me quedo con dos. En primer lugar con Montevideo, que es mi ciudad, en mi país. Y, después, la otra gran ciudad en la que estoy viviendo desde hace un tiempo que es Medellín. Es una ciudad muy linda y después de Montevideo la elegiría siempre para vivir”.

“Tuve la suerte de jugar en grandes equipos que tenían muy buenos futbolistas, pero me das a elegir y me quedo con mi generación de 1974 de River. Compartimos séptima, sexta y quinta. Esa generación, la verdad, fue la mejor. De un plantel de 20 más de 11 debutaron en Primera. Sin duda fue el mejor equipo que integré”.