Carlos Valdés llega hoy a Montevideo. El anuncio del capítulo final de esta novela lo hizo el propio Eduardo Ache, saliendo del aeropuerto de Santiago y después de hablar con el dirigente Luis Bruno, que aguardaba a la delegación en el hotel.

El colombiano comunicó a los tricolores que se embarcaba ayer desde Filadelfia, esperando ponerse a la orden del cuerpo técnico en cuanto Nacional vuelva de Chile. Es un préstamo con opción de compra y "con él se cierra", como dijeron los dirigentes en el lobby del Intercontinental, hablando de un período de pases en que se cumplieron los pedidos del entrenador: un jugador por línea, de jerarquía. Incluso, en el caso de la delantera llegaron dos. Así, Nacional fichó a Valdés, Ribaír Rodríguez, Tabó y Bueno. Cumplido, en los papeles.

Desde aquel "hasta que no esté acá no lo voy a dar por hecho" de Álvaro Gutiérrez después del anuncio del acuerdo con Valdés —hace dos semanas— hasta el arribo del colombiano, se plantearon un montón de idas y vueltas. "Hubo gente que hizo lo imposible para que no viniera", dijo uno de los dirigentes tricolores. Otro asumió que fue una negociación "difícil", que empezó con el acuerdo entre el jugador y Nacional, siguió con el de Nacional y Philadelphia Union y terminó ahora con la definición de la salida entre el equipo estadounidense y el jugador.

En el medio, fueron varios los rumores que dieron por caído el pase. Ahora, Nacional confía en pasar al grupo 5 y así el esfuerzo será ya justificado.

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