Apenas termine el partido, los jugadores deberán bañarse, cenar y partir rumbo al aeropuerto, porque si llegan tarde no saldrán.

Si hay algo incuestionable en lo que respecta al ciclo -para eludir el lugar ya común del proceso- que viene llevando adelante Tabárez al frente de las selecciones nacionales es el orden, la organización, la planificación en todo lo que refiere a la actividad de los distintos equipos -incluidos los de juveniles- de "la Celeste", no solo adentro, sino también, y fundamentalmente, afuera de la cancha.

Una muestra clara de ese rasgo es lo relativo a las reservas de los hoteles en las ciudades del extranjero en las que Uruguay jugara en lo que queda del año: tanto los alojamientos en el Park Hyatt Hotel de Mendoza, el GLF de Barranquilla y el Sheraton San Cristóbal de Chile, como los eventuales lugares de entrenamiento y traslados en las tres ciudades, fueron acordados en forma personal por Eduardo Belza, gerente deportivo, y el Prof. José Herrera, preparador fisico de la selección, en un viaje realizado a Mendoza, Colombia y Chile en julio pasado, ni bien culmino la participación celeste en la Copa América Centenario.

Claro, igual hay imponderables que escapan a ese sentido de previsión que caracteriza al cuerpo técnico encabezado por Tabárez, y por eso esta noche la selección debe salir "de raje" del "Malvinas Argentinas", cenar casi "de parados" en el Park Hyatt y salir para el aeropuerto de Mendoza a la disparada: el charter debe salir a la 01:30 si o si, porque a partir de las 02:00 hay paro de los controladores aéreos en toda Argentina y, si el avión no despega a la hora acordada, no sale.

SELECCIÓNJORGE SAVIA