El presidente y un consejero de Peñarol, contentos y discrepantes tras vencer a River Plate.
Peñarol venció a River Plate y quedó como único líder del Torneo Clausura, que está obligado a ganar para después tener la posibilidad de disputar el título de campeón del Uruguayo. Ese es el objetivo de la temporada, al fin y al cabo.
El triunfo, pues, que no fue una victoria cualquiera, porque el rival llegó a la instancia de la víspera tras una racha de resultados favorables, y además aurinegros y darseneros estaban en la cima de la tabla de posiciones con igual puntaje, se leía en las caras de la gente de Peñarol -hinchas, socios, dirigentes- que salían del Centenario hacia los alrededores del estadio.
Sin embargo, en la puerta del Palco Oficial, se registró un matiz -que no dejó de ser importante- entre las formas de sentir y expresarse de dos directivos aurinegros: el presidente Juan Pedro Damiani y Julio Luis Sanguinetti, que actualmente ocupa el lugar del secretario general, Gervasio Gedanke.
Sanguinetti fue el primero en salir, y en decir que "hoy por hoy, Peñarol es candidato" a ganar el Torneo Clausura, manifestando así su conformidad con lo que el cuadro dirigido por pablo Bengoechea acababa de mostrar adentro de la cancha; aunque enseguida, sin mediar pregunta, se le transformó la cara: "La actuación del juez fue lamentable. No incidió en el resultado, pero… ¿y si hubiera incidido?; porque el planchazo del jugador de River Plate a Aguiar era roja directa. Entonces, ¿cómo es la cosa? Además, parece una ironía del destino; o no… hacemos un minuto de aplauso como homenaje a la memoria de Ramón Barreto, ¿y después esto?…porque hay que decirlo: aunque ganó, Peñarol fue despojado. Es cierto, por suerte no se trasladaron al resultado, pero las decisiones del juez pudieron haber gravitado, y hay que decirlo: que se pongan las pilas, este juez no le puede arbitrar más a Peñarol. Si no, ¿cuándo lo vas a decir? ¿Cuando ya no se pueda hacer nada?"
El consejero, que ingresó a la directiva —vale apuntarlo— por una de las listas oficialistas que encabezó Damiani, no paró ahí; ya alejándose, y casi con fuego en la mirada, espetó: "Aparte, River (Plate) debería analizar otra cosa: le prohibió a la hinchada de Peñarol venir al estadio. Estas cosas no son casualidades: son una política de determinados clubes que están empecinados en que Peñarol no salga campeón uruguayo".
Ingrato.
Al rato, casi 10 más tarde, cuando el "huracán Sanguinetti" ya había pasado y no quedaban ni rastros de aquella turbonada, desde el sector de los palcos VIP, unos pasos atrás de Fernando Morena, que siguió en dirección a los vestuarios, salió Damiani escaleras abajo. Calmo. Incluso hasta analítico; con el presente de Peñarol, y no el pasado cercano: "El fútbol es muy ingrato. Nosotros teníamos un gran plantel en el (Torneo) Apertura y no nos fue bien; y otros se reforzaron mucho más que nosotros en el Clausura. El fútbol es así, por eso hay que disfrutarlo, y en el caso de Peñarol, bueno… disfrutar los partidos que se vayan ganando; aparte, te vas poniendo más fuerte a medida que van ganando. La diferencia entre este Peñarol y el del Apertura, es que ahora las cosas se van dando. Siempre lo digo, para nosotros el Torneo Apertura fue así: hasta el partido con Estudiantes, Peñarol fue uno, y después otro; para nosotros fue un golpe muy grande".
Al hacérsele notar lo que había expresado Sanguinetti poco antes, Damiani siguió en la misma sintonía para referirse, a lo dicho por el consejero, y al propio arbitraje: "Yo no hablo de los árbitros, porque creo que no es buen hablar, no es conveniente; pero no creo que esté mal que los dirigentes que estimen necesario referirse a ese tema, lo hagan. En este caso del gol de River, era dificilísimo verla…después cuando ves la repetición (por TV), te querés morir; pero una de las cosas más ingratas que hay es ser árbitro de fútbol: ellos no tienen cámaras, ni posibilidad de que les repitan las jugadas; es muy complicado".
Ganó Peñarol, en definitiva, quedó como único líder del Torneo Clausura y sigue en dirección a la posibilidad de entrar a tallar en la disputa por el título de capeón uruuayo; pero el canto triunfal de los aurinegros ayer a la salida del estadio fue a dos voces, con matices como los que hubo entre el sentir de Juan Pedro Damiani y Julio Luis Sanguinetti. Aunque en medio de su calma, el presidente se dio tiempo para comentarle a Ovación: "Hablamos todos los días con Pablo. De todo, de la pasión que tenemos, que es el fútbol; y te digo: lo de Leyes es claramente un logro suyo haberlo recuperado. Ojalá que siga, porque es joven y tiene mucho recorrido por delante".
"Si sobra cemento, no entiendo"
Ayer se vendieron 5.800 entradas, lo que a Damiani le pareció "lamentable; yo lo voy a plantear: para el próximo partido a los socios de Danubio debemos hacerle un 50% de rebaja. Sin meterme en el bolsillo de los clubes, me parece que esta guerra de guerrillas no sirve. No me pareció bueno ver ayer (sábado) el estadio vacío; y el de hoy era un partido para 20 o 25.000 personas. El tema es que la gente tiene que venir, hay que buscar a los clientes. Si sobra cemento... no entiendo. Yo estoy convencido que la recaudación hubiese sido mayor con precios más bajos".
BAJO LA LUPA
Arbitraje. hubo tres jugadas polémicas
A los 32 Ángel Rodríguez peleó una pelota con Aguiar, que fue al suelo, y le pisó el tobillo: pudo ser roja, y fue amarilla. A los 51, Leyes fue amonestado, y a los 53 picó a buscar un envío largo y extendió la pierna en alto, con el pie en plancha, ante el anticipo de Ale: Fuentes sólo cobró la falta, que era para segunda amarilla; y roja. A los 58, Gorriarán metió un centro, Rosso saltó entre Albín y Migliore y bajó la pelota con el codo: lo hizo por el impulso, pero la dejó "muerta" para que la metiera el "Morro" García.
PEÑAROLJORGE SAVIA