El nuevo monarca arrancó perdiendo ante Egipto pero remontó el partido, ganó 2 a1 y se quedó con la Copa.

Camerún que había perdido anteriormente dos finales con Egipto, se vengó ayer y se adjudicó su quinto título continental al derrotar a los dirigidos por el argentino Héctor Cúper, que perdieron la final, un intenso partido disputado en Gabón.

Los “leones indomables” se mostraron como un equipo sólido, potente en lo físico sin renunciar a la calidad que le han dado hombres como su capitán, Benjamin Moukandjo, Jacques Zoua y el propio Abubakar, que volvieron a jugar un gran partido.

Y eso que la final arrancó bien para los de Cúper muy pronto. Iba el minuto 21, cuando Mohamad Elnany, que volvía al once titular tras perderse las semifinales y los cuartos, aprovechó un pase de Mohamad Salah para batir casi sin ángulo al portero Fabrice Ondoa.

A partir de ahí, el duelo transcurrió por los caminos esperados: los cameruneses no se descompusieron y siguieron empujando en ataque mientras Egipto esperaba atrás, solidario y bien plantado, esperando sorprender de contragolpe.

La segunda mitad empezó con Camerún decidido a buscar el empate y los egipcios, sintiendo el esfuerzo físico al que los obliga su estrategia.
La mayor ambición de “los leones indomables” tuvo su fruto a los 59’ gracias a un poderoso remate de cabeza de N’Koulou.

Un gol de Vincent Aboubakar (Besiktas) a los 87’ acabó con la racha invicta de “los faraones”, ausentes de la fase final desde que ganaran el torneo en 2010 y que no habían perdido un solo partido desde que les venciera Argelia en la fase de grupos de 2004.

La victoria otorgó a Camerún su venganza tras las derrotas en las finales de 1986 y 2008 y llevó el quinto título a sus vitrinas.

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