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El Barça sentenció al Athletic y tomó distancia en La Liga

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Lionel Messi celebra su gol. Foto: AFP

EN EL CAMP NOU

El Barcelona sigue intratable en La Liga  y afrontará el parate por los compromisos de las selecciones nacionales cómodamente instalado en el liderato, tras derrotar este domingo al Athletic Club (2-0) en una gran primera parte.

El Barça continuó su camino hacia el título de la Liga española tras vencer 2 a 0 al Athletic de Bilbado de la mano, otra vez, de Lionel Messi. El equipo de Valverde sólo se empleó a fondo en la primera parte. Fue allí cuando el recital del argentino lo tuvo todo: gol, garra, velocidad, desequilibrio y hasta un intento de baile.

Animado, tal vez, por la presencia de gran parte de su familia, que llegó a Barcelona el fin de semana para conocer al nuevo hijo del 10, el rosarino le puso intensidad a su juego, tanto en la sociedad ya habitual con Jordi Alba, como en las nuevas con Ousmane Dembélé y Phillipe Coutinho.

A falta de Luis Suárez, suspendido por su quinta amarilla, apareció Paco Alcácer. El delantero que ha tenido una temporada irregular con poca presencia en los partidos blaugranas consiguió el primer gol cuando apenas transcurrían 8 minutos. Alcácer, sin embargo, es uno de los jugadores con mejor promedio de goles en relación a los minutos que está en la cancha.

Aunque el gol culé tuvo un offside no señalado, fue producto de una larga posesión de la pelota que alcanzó un minuto y 40 segundos y llegó tras una sucesión de 28 toques donde sólo faltó Dembelé.

El Athletic de Bilbao presentó una cara desconocida en el Camp Nou porque careció de orden, presión alta y de ambición para llegar al arco de Ter Stegen. Por su parte, el Barcelona mantuvo un juego rápido basado en Messi, Coutinho y Dembelé. Sin embargo, perdió varias ocasiones en el primer tiempo por apostar a la preciosidad en lugar de la precisión.

Coutinho estrelló una vez la pelota en el travesaño y le faltó fortuna para culminar un sombrero sobre Kepa, el gigante golero vasco. Después de una seguirla de ocasiones perdidas, Paulinho abre a Dembelé que encuentra a Messi en la garganta del área grande. El argentino no se la piensa y la coloca abajo entre el parante izquierdo y la mano de Kepa. Después festeja como nunca: con un movimiento de hombros, como si de rumbera se tratara, y una sonrisa.

La segunda parte mostró al equipo vasco con más entusiasmo y al local administrando la ventaja y el físico. Aunque la posesión de la pelota fue del equipo de Valverde, casi el 70 por ciento del complemento se jugó en su propia cancha. Los momentos más relevantes de la aburrida segunda parte lo marcaron la ovación para la entrada de Iniesta (¨no te vayas, aquí te queremos¨) y la ola en la tribuna que, como hoy, siempre aparece cuando en la cancha hay poco para ver.

Después del pitazo final un pequeño espontáneo se coló a la cancha y consiguió el autógrafo del astro argentino que cuando desapareció en el segundo tiempo marcó el descenso del juego ofensivo blaugrana.
El Barça llega a la tregua de FIFA puntero en la Liga, con más distancia luego de la derrota de Atlético de Madrid, y con su racha invicta que tiene registros históricos.

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