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Un ataque por la retaguardia

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Fiasco. Los hinchas esperaban en la puerta del Marriott; ¡y la selección llegó por atrás!. Foto: José Mastandrea

La policía les hizo una “moña” a 200 hinchas que esperaban a “la Celeste”.

Durante casi tres horas, 200 hinchas de la Celeste se apostaron en las afueras del Marriott, el búnker de Uruguay en esta ciudad, y le dieron color a la tarde. Banderas, gorros, camisetas, trapos alusivos al regreso de Luis Suárez, camisetas conmerando el hecho, y muchas casacas clubistas, adornaron una espera que se prolongò màs de la cuenta. El típico canto de "soyyyyy celesteeee soyyyy celesteeee" se escuchó de todos lados. Cerca de las 19.00 horas, llegó un móvil policial, y se pusieron vallas a unos cinco metros de la entrada principal del hotel, pero a medida que avanzaban las horas más y más hinchas llegaban para recibir a la selección.

Ya más cerca de las 20.00 también llegó una camioneta militar, y bajaron varios guardias, refuerzos que se quedaron en el entorno del hotel, siempre observando a los hinchas que cantaban, bailaban y saltaban para las cámaras de la televisión brasileña.

Cuando se escucharon las sirenas de las motos policiales, hubo delirio. También un chasco, porque el bus no recorrió el camino que lo llevaba hasta el ingreso principal, sino que siguió de largo, bordeó la manzana del Marriott, y los futbolistas bajaron sin que nadie los pudiese saludar. Hubo decepción y frustración de los uruguayos que vajaron miles de kilómetros para alentar a los suyos.

Uruguayos radicados en Miami, en Nueva Jersey, en Santiago de Chile, en Buenos Aires, y muchos desde Brasil, que vinieron en auto a ver a la selección haciendo ruta desde muy lejos. También muchos del interior del país, todos felices por el momento; pero se quedaron con las ganas. La guardia policial desvió el bus "por seguridad" y evitó el encuentro con los futbolistas.

Dentro del hotel, fueron bajando y apareciendo en grupo. Sólo "Tata" Gonzalez quedó prisionero entre las cámaras y la puerta del ascensor: "Llegamos bien, estamos bien, sabemos lo que significa este partido; ahora vamos a cenar y a descansar…", tiró al pasar.

Hubo aplausos y vítores para todos. Campaña, Rolan, Polenta y Lozano posaron para las fotos, Martín Silva no pudo escapar de los celulares, pero se escabulló ni bien pudo de la pasión de los hinchas.

La dirigencia también pasó zozobras al llegar. Mucha gente les cortó el paso hacia la recepción; pero con carpeta y simpatía, pudieron empezar con los trámites. Ya eran las 21.00 horas y el bullicio seguía como a las 19.00. Tabarez y Celso Otero pasaron hacia el salón-comedor donde los esperaba Eduardo Belza. Cauteruccio tenía la cena preparada con un plato especial: salmón.

Uruguay llegó a Recife. Y sacudió la monotonía. Empezó a jugar su partido con Brasil. Y lo hizo, con una sonrisa de fe y esperanza, esa que los hinchas acunaron desde que pisaron la ciudad para alentar a la Celeste.

CAMBIOS.

Práctica - Vecino y el "Cebolla".

En la última práctica que los celestes realizaron en el Complejo antes de viajar, hubo cambios en la mitad de la cancha respecto a la oncena del día anterior. Matías Vecino y el "Cebolla" Rodríguez entraron por el "Tata" Álvaro González y Diego Laxalt.

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Fiasco. Los hinchas esperaban en la puerta del Marriott; ¡y la selección llegó por atrás!. Foto: José Mastandrea

ELIMINATORIASJOSÉ MASTANDREA

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