Revolución de clubes para abrirse de la AFA: interrogante para la AUF.

Por estos días, el fútbol argentino atraviesa por un sismo que hasta amenaza llevarlo a un cisma.

No es para menos, pues un nutrido lote de clubes —entre los que están los de mayor convocatoria, que encabezan la movida— impulsan, y a esta altura exigen, la creación de la Superliga: una nueva estructura, similar a la que rige (con matices) en Alemania, España, Inglaterra, Italia y otros más de 60 países, que tendría a su cargo la Primera División y la "B" Nacional, y funcionaria con independencia de la AFA, aunque dentro de ella, con una división jurisdicciones entre ambas, realmente revulsiva.

De acuerdo a este formato, la selección y las divisionales de ascenso inferiores a Segunda, serían manejadas por la AFA, que también mantendría bajo su órbita la representación ante la Conmebol, el Colegio de Árbitros y el Tribunal de Disciplina, pero dejaría de tener injerencia en los demás temas referidos a la actividad de los clubes de Primera División y Nacional "B", incluido el armado del fixture de los torneos locales dode participarían los clubes de la Superliga.

La nueva organización plantea la disputa de un solo campeonato anual de agosto a junio, con descenso directo, jugando 20 equipos en Primera y otros tantos en la "B" (hoy son 30), a lo que se llegaría en 2020 bajando cuatro y subiendo dos en cada una de las temporadas comprendidas en el citado período.

Sin embargo, el cambio fundamental no apunta al aspecto deportivo, sino al económico financiero: el dinero de los derechos de televisión, imagen y marketing de la selección seguiría siendo para la AFA, pero el resto de los ingresos por esos rubros referidos a los clubes, irían a parar en proporción muy mayoritaria a la Superliga, que sería la que los manejaría.

Así, de los recursos que perciba la Superliga, 10% sería para AFA, que debería destinarlo a las divisiones formativas; otro 10% para la "B" Nacional; y el 80% restante se lo repartirían los clubes de Primera, de esta forma: el 50% en partes iguales entre los 20 equipos; el 25% de acuerdo a los rating de TV que tenga cada uno; el 20% según los méritos deportivos (posiciones) de la temporada anterior; y el 5% en proporción a la cantidad de socios inscriptos.

Este último aspecto es el más urticante, y por estos días divide y hasta enfrenta a dos grupos muy marcados en el mapa de los clubes argentinos:

1)Liderados por el "cuarteto duro" que integran Boca Jrs., River Plate, San Lorenzo y Racing, quieren la Superliga Huracán, Banfield, Vélez Sarsfield, Estudiantes, Godoy Cruz, San Martín de San Juan, Lanús, Unión, Colón, Rosario Central, Newells Old Boys, Atlético Rafaela, Atlético Tucumán, Belgrano, Temperley, Argentinos Jrs., Aldosivi y Defensa y Justicia.

2)Los opositores son Independiente, Gimnasia y Esgrima, Arsenal, Sarmiento, Olimpo, Patronato, Quilmes y Tigre, más unos 20 clubes de la "B" Nacional, están en contra —o dudan— de la Superliga.

El origen de la revolución, igual, no está tan claro como la voluntad de los que la llevan adelante, que hasta apuran para que la modificación del Estatuto de la AFA que separe a la Primera División y la "B" Nacional, y permita que el primer campeonato de la temporada 2016/17 se juegue con la Superliga, se apruebe el 2 de junio en una asamblea extraordinaria donde el cambio de 67 artículos precisa una mayoría especial de 60 votos sobre un total de 75 asambleístas.

En primera línea, y más visible, está el motivo de orden económico: los "revolucionarios" sostienen que los valores de la televisación del fútbol local podrían triplicarse al licitarse los derechos internacionales y el "streaming" por internet; y en este plano, la "pelea" con los opositores al cambio está planteada en torno al monto que recibirían los equipos grandes en detrimento de los chicos; aunque a ese nivel la reforma también cuenta con el guiño impulsor del gobierno encabezado por Mauricio Macri, que quiere que el fútbol consiga vías de financiación privada para librarse del pago de 139.000.000 de dólares por el "Fútbol Para Todos", sistema de televisación gratuita de los partidos locales que fue acordado con la AFA durante el segundo mandato de Néstor Kirchner.

De todas maneras, tampoco se descarta que detrás de todo haya, además, un motivo de orden político: las elecciones en la AFA serán el 30 de junio y el nuevo escenario tras la fallida votación para escoger al sucesor de Julio Grondona entre Luis Segura —hoy presidente interino— y Marcelo Tinelli, indica que esta vez será Hugo Moyano, presidente de Independiente, el candidato rival del productor y conductor televisivo; y, como en ese contexto el segundo es considerado favorito, pues Claudio "Chiqui" Tapia —su yerno y actual vicepresidente 2° de la AFA— le acarrearía la mayoría de los votos de los clubes del ascenso, el gobierno de Macri no vería con buenos ojos que el máximo espacio de poder dentro del fútbol argentino y el manejo de los recursos provenientes de los derechos de televisión quedaran en manos del secretario general de la Confederación General del Trabajo(CGT), líder natural del sindicato de camioneros, ex diputado por el Partido Justicialista y, sobre tod, probable futuro candidato a la presidencia de la Nación por un sector del peronismo.

Por esta última razón, entonces, si la estrategia del "moyanismo" es llegar a la presidencia de la AFA para controlar "la caja" de los contratos de TV y otros ingresos que genera la selección, y también la de los derechos de televisación local del fútbol argentino, para ese plan es clave que estos últimos recursos sigan anclados en la AFA; y, a su vez, es lo que se desbarataría si la mayor parte de ese dinero (TV local) va para las arcas de la Superliga.

Por encima de todo, la reforma plantea un salto de calidad en la faz organizativa: sus impulsores ya hacen un casting que busca un CEO y gerentes (profesionales sin vínculos con el fútbol) para dirigir la Superliga, que auditaría a los clubes y no dejaría que contraten por sobre un porcentual de sus presupuestos.

En matería de economía hay un dicho: "Si Argentina o Brasil estornudan, Uruguay se resfría, y en fútbol pasa algo parecido (ver aparte); así que, si hay Superliga en la vecina orilla, acá ..."yo ¿argentino?"

"N sé si acá se puede aplicar ese sistema, hay diferencias de población y mercado, pero creo que es sano que la liga profesional tenga cierta independencia, tanto respecto a los derechos de TV como a la comercialización de sus productos. Así que no dejaría de ser bueno: una liga profesional que sea parte de la AUF, pero con independencia. Con referencia a los derechos de televisión del fútbol local no sería muy diferente a lo actual, pues la AUF no retiene nada de ese dinero: el contrato se hace a través de la AUF y lo firma la AUF, con el mandato de la asamblea, pero el dinero de la TV por el fútbol local va todo para los clubes, íntegramente. (Wilmar Valdez, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol)

Primera y “B” Nacional no dependerían de AFA, sino de la Superliga.

En Primera habría 20 clubes, y otros tantos en la “B” Nacional.

Los clubes de Primera recibirían el 80% del dinero de la TV local.

Los clubes de Primera recibirían el 50% de la TV en 20 partes iguales

El resto de la plata de TV iría según: 1) Rating; 2) Posiciones; 3)Socios

“Fútbol para Todos”, con TV gratis, seguiría hasta fin del contrato: 2019.

El gobierno se libraría de pagar USS 139: por el “Fútbol para Todos”.

Licitarían derechos de TV del fútbol local por 11 años: 2019 a 2030.

El 30 de marzo de 1900, por iniciativa de Enrique Lichtenberger, del Albion Football Club, se fundó "The Uruguayan Association Football League", con participación de ese equipo, el Central Railway Cricket Club, Deutscher Fussball Club y Uruguay Athletic. 

El 10 de mayo de 1931, los clubes Atlanta, Boca Jrs., River Plate, Racing, Estudiantes de La Plata, Huracán, Independiente, San Lorenzo, Vélez Sarsfield, Platense, Chacarita Jrs., Lanús, Talleres, Argentinos Jrs., Ferro Carril Oeste y Quilmes, fundaron la "Liga Argentina de Football", y el 31 de dicho mes empezó la era del campeonato profesional con 18 equipos.

El 6 de abril de 1932 se funda la "Liga Uruguaya de Football Profesional", con 10 equipos en Primera División: Peñarol (campeón), Rampla Jrs. (vice), Nacional, Defensor, Wanderers, River Plate, Central, Bella Vista, Sud América y Racing.

En 1967, se jugó el primer Torneo Nacional en Argentina, y en 1978 se disputó la cuarta edición de la Liga Mayor en Uruguay, la primera con equipos del interior. Los torneos Apertura y Clausura se empezaron a jugar en 1991/92 en Argentina, y en Uruguay en 1994.

FÚTBOLJORGE SAVIA