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Los arachanes van por el torneo Intermedio

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Assis

CERRO LARGO

Cerro Largo le respira en la nuca a Peñarol en la tabla Anual, y el volante Sebastián Assis no niega que tienen un nuevo objetivo

"La clave es tener un buen grupo. El mismo que viene de la B. En el interior es así. Hay mucha gente buena y eso es lo que nos permitió sacar muchas cosas a flote. Y gracias a Dios se está reflejando en los triunfos y en la posición que estamos hoy en día”, dijo convencido Sebastián Assis, el volante del sorprendente Cerro Largo. El equipo arachán hizo gran campaña en el Apertura y arrancó el Intermedio de la misma forma. Ganó los dos partidos disputados, ya sumó 33 puntos en la tabla Anual y está a dos unidades de Peñarol, que lidera.

Hacerse fuertes de local en Melo donde no pierden hace más de un año es otro punto clave para la campaña del equipo de Danielo Núñez. “En el Ubilla nos hicimos muy fuertes ya desde el campeonato de la B. En aquel momento nos propusimos no perder en casa. Ganar sea como sea y si no se podía ganar, no perder. Es algo que se fue construyendo de a poco y ahora hace más de un año que no perdemos en casa. Y eso ha sido muy importante para nosotros. Aunque hay que seguir trabajando, porque nadie te regala nada”, añadió Assis quien ayer regresó a Cerro Largo a las tres de la mañana. Siempre que juegan en Montevideo aprovecha y se queda en lo de su novia.

“Siempre tengo la ilusión de poder ir a jugar a Montevideo y estar juntos, pero no he tenido la suerte de dar ese paso”, reconoció el tacuaremboense.

VIAJES. Cerro Largo hace un gran desgaste al viajar a Montevideo cada 15 días. Ganar de visitante les costaba en el Apertura, pero en su primera visita a la capital en el Intermedio derrotaron a Wanderers en el Parque Viera y de atrás. “Ahora también nos propusimos traernos puntos de allá. Si podemos ganar mejor, pero si no al menos rescatar un punto. Rescatar algo porque nosotros tenemos cinco horas y media de viaje. Es un gran desgaste. Mientras que los equipos de Montevideo tienen sólo trayectos cortos. Por eso cuando nos traemos los tres puntos como este fin de semana nos volvemos felices. Estuvo lindo el partido con Wanderers. No voy a descubrir yo lo que es Wanderers, es un equipo fuerte y les gusta jugar al fútbol. Y a nosotros también y en una cancha hermosa como la que tienen es más fácil que salga un partido lindo. Ellos empezaron ganando, pero lo pudimos dar vuelta. Entró “Muma” (Carlos Fernández) y entró enchufado. Es una pieza clave para nosotros”, afirmó sobre el delantero hondureño.

“Ahora lo que nos propusimos fue ganar el Torneo Intermedio. Apostamos a eso. El objetivo principal siempre fue mantenernos en la divisional, pero estamos segundos en la Anual y eso nos tiene bastante tranquilos. Venimos bien gracias a Dios, aunque ahora nos toca un rival dificilísimo: Liverpool. Y viene de hacerle cinco goles a Fénix”.

Antes de llegar a Cerro Largo, estuvo seis meses libre, tras haber ido a una prueba en Grecia. “Estuve dos semanas allá, pero no tuve la suerte de quedar. Y me vine de vuelta, pero como no había firmado con Tacuarembó estuve seis meses libre. Estuve entrenando, entrenando y entrenando. Y revolviéndome. En Tacuarembó nunca hice plata, vivía al día. Por suerte pasé esos seis meses gracias a mis padres que me mantuvieron”, contó.

A MELO. Assis admitió que dejar la casa de sus padres para ir a Cerro Largo no le resultó sencillo. “Me costó dar ese paso. Tuve que tomar la decisión, hablé con mis padres, con mi familia, con mis amigos y mi novia, y al final lo hice. Nunca había salido de mi casa, salvo por unas vacaciones o algo así. Era todo un desafío. Tenía 23 años y sabía que ya estaba grande y tenía que dar un paso en mi carrera. Buscar otro aire. Le dije que sí al presidente Dehl y lo di”, relató sobre su llegada al equipo arachán en marzo del 2017.

Tuvo la inmensa fortuna que llegó a Melo junto con el zaguero Padula Castro que tenía familia allí. “Nos dieron una casa, pero Padula me invitó a vivir con sus abuelos. Y gracias a ellos pasé seis meses como si estuviera en mi casa. Los abuelos de Padula me hicieron pasar muy bien. ¡Fue increíble! Y en la ciudad me encontré muy bien, impecable. Es como si estuviera en Tacuarembó porque es una ciudad chica y la gente es muy amable”, añadió.

Hoy vive solo en una casa a dos cuadras del centro. Cuando sale del entrenamiento pasa por la sede del club a buscar la vianda que prepara la nutricionista.

Arachan
Tacuaremboense. A Assis le costó dejar la casa paterna, pero hoy disfruta en Cerro Largo. Foto: Néstor Araujo. 

EL ORDEN. “Lo mejor que tengo creo que es la dinámica, eso de ir y venir. Aunque a veces el técnico (Danielo Núñez) me pide que juegue un poquito más ordenado. Porque por eso mismo, porque me gusta tanto correr y andar atrás de la pelota a veces me desordeno. Y el puesto mío es de estar ordenado y hacer coberturas. Por suerte le he ido agregando cosas al puesto, en ese sentido el técnico me ha ayudado mucho. Hoy entrego mucho mejor la pelota y meto pases. Y remato de afuera del área. De a poco voy logrando todo eso que me pide Danielo para ser un jugador más completo”.

GORDITO. Arrancó a jugar al baby fútbol en el Fiat Lux de Tacuarembó y era zaguero. “Como era gordito me mandaban para el fondo para que no tuviera que correr mucho. El club quedaba cerca de casa y mi padre nos llevaba. A mí y a mi hermano. Él jugaba mucho más que yo, viste que eso a veces es difícil admitirlo. Es un año mayor que yo. Era un atleta, flaco, jugaba de volante y andaba muy bien. Pero después, con el paso del tiempo, como a los 15 años, dejó el fútbol. Quiso trabajar y ver su plata. Y yo seguí porque me gustaba mucho y de a poco la cosa empezó a dar sus frutos”.

Luego pasó al Peñarol de Tacuarembó donde debutó en Primera con 15 años. Y después a Tacuarembó. No fueron pocas las veces en que ayudó a su padre, albañil de profesión, a hacer changas. Es que sus padres, Luis y Marta tuvieron seis hijos.

Lorena

Con el amor a más de 400 kilómetros de distancia

Conoció a Lorena por Facebook cuando aún jugaba en Tacuarembó y recién había subido a Primera. Un día en que jugaban en Montevideo frente a Defensor Sporting le dijo que lo fuera a ver. “Y me cayó con los padres, me dio una vergüenza bárbara. Por suerte después se fueron, yo soy muy vergonzoso y no hubiera sabido qué decir”, contó. Ya llevan cuatro años juntos y cuando ella puede vaja a Cerro Largo, como lo hacía antes a Tacuarembó. Y cuando él juega los sábados en Montevideo se queda hasta el domingo de noche con ella. “Pero el semestre pasado nos tocó jugar siempre los domingos y no me pude quedar nunca. Porque aunque yo tenga el lunes libre, ella trabaja todo el día. Es suprevisora en unas tiendas. Empezó como vendedora y hoy ser supervisora es un logro para ella. Por eso se complica para estar juntos, pero se nos hace difícil seguir separados”, admitió.

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