Después del sexto puesto del básquetbol en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, Uruguay debía llegar a Seúl 1988 con posibilidades de repetir la campaña, o mejorarla.
LUIS EDUARDO INZAURRALDE
La lógica imponía eso, porque las figuras llegarían en su plenitud. "Tato" López tendría 26 años y "Fefo" Ruiz 25. Sin embargo, diferentes razones, personales, políticas de la Federación y deportivas, que el actual titular de la FUBB vivió desde adentro —era uno de los médicos del combinado—, llevaron a que la selección afrontara el clasificatorio sin ellos y Uruguay quedara eliminado frente a su público en aquellas heladas noches de 1988 en el Cilindro.
Esa fue una de las enseñanzas que dejó la historia, que sirve para construir el futuro; reafirmar fortalezas que impulsaron a crecer, y evitar repetir los mismos errores.
En esta semana en que la FUBB celebra su centenario, debería aprovechar para aprender del pasado y en la puerta del Preolímpico, qué bien le haría a la organización en un momento tan especial de su vida institucional, que todos los protagonistas repasaran la historia, olvidaran diferencias y unieran fuerzas para luchar por lo que parece imposible: clasificar a Río 2016.
El análisis