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Un año celeste de respuesta

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Diego Godín. Foto: EFE
[[[MARTIN ALIPAZ - BOLIVIA - URUGU]]]

El 2015 se presentó con grandes dudas en torno a la selección, que entra a 2016 tras haberlas despejado.

Cualesquiera hubieran sido los resultados conseguidos en 2014, incluidos los del Mundial de Brasil, 2015 iba a ser un año especial para la selección en el marco del proceso que se viene desarrollando desde 2006, cuando Tabárez llegó por segunda vez al cargo que sigue ocupando en los días actuales.

Es que, como se avizoraba desde la Copa América de 2011, el plantel al que algunas veces desde afuera se le consideró "cerrado", al extremo de que hubo circunstancias por los que el entrenador fue cuestionado por ser poco afín a renovarlo, el año pasado iba a entrar en una fase de renovación general obligada en torno a varias de sus figuras principales; aparte de tener que asumir la falta de Luis Suárez.

Irreversible.

Con ese horizonte, entonces, si 2010 había sido el año de la consagración por el cuarto puesto en el Mundial de Sudáfrica, y 2011 el de la afirmación por la conquista de la Copa América, 2015 se presentaba como el de la duda, al fin y al cabo.

Es que la renovación progresiva —e irreversible, como se confirmaría más tarde— no iba a ser fácil y, con el agregado de la falta de Suárez, a la que para el inicio de las Eliminatorias se sumaría la de Cavani, podía afectar el funcionamiento y hasta la vida del equipo, por las distintas formas de gravitación que tenían en el grupo las figuras que iba dejando de tener en cuenta el técnico: Lugano, Scotti, Diego Pérez, Forlán, Abreu, Eguren, e incluso Gargano.

Tan fue así, que la interrogante sobre el futuro de la selección sin los aportes de su hasta entonces emblemático capitán y varias de sus individualidades quedó acotada a 2015, que desde el Mundial de 2014 hasta fines de ese año Uruguay disputó tres amistosos y en dos, alternadamente, jugaron Suárez y Cavani.

Pues bien, ahora a modo de balance del año que pasó, y ya entrado 2016 con el fin de proyectar su saldo hacia lo que la selección tiene por delante, puede decirse que 2015 fue "de respuesta", no sólo porque Tabárez suele definir con esas palabras al estilo de juego que caracteriza al equipo, y tiene su punto de arraigo en la idiosincrasia del fútbol uruguayo.

Incertidumbre.

Esto es, sin apartarse de ese estilo ni en los momentos de mayor incertidumbre, como los de la Copa América donde Uruguay ganó sólo el 33% de los puntos disputados, la selección dio una respuesta positiva a todas las interrogantes que la rodeaban, justo en las fechas claves: en octubre le ganó a Bolivia en la altura de La Paz, algo que "la Celeste" nunca había logrado antes, y demolió a un rival de fuste como Colombia en el Centenario; y en noviembre, cayó en forma apretada ante Ecuador en los 2.800 metros de Quito, y venció con gran autoridad a Chile en Montevideo, en el marco de un partido rodeado de circunstancias muy especiales por lo ocurrido en los cuartos de final de la Copa América en Santiago.

Concretamente, en ese tramo la selección ganó el 75% de los puntos que disputó, un indicador tonificante, que está muy por encima del 54% que logró en los 8 partidos oficiales jugados en 2015, y hasta del 61% de los sumados en los 12 que afrontó —incluyendo 4 amistosos— en todo el año.

Trampa.

Por eso, pues, el 2015 celeste fue un año "de respuesta", adentro y afuera de la cancha; incluso, porque el conjunto de las selecciones nacionales emitió señales que fueron en el mismo sentido: alentador, de esperanza, ya que la Sub 22 conquistó la medalla de oro para Uruguay en los Juegos Panamericanos después de 32 años, la Sub 20 y la Sub 15 lograron el vicecampeonato en sus respectivos sudamericanos, y la Sub 17 cumplió una gestión extraordinaria en la primera fase del torneo continental y en la ronda final no clasificó al Mundial por un punto y… una trampa.

Sub 22. Campeón.

La selección Sub 22 fue la más eficaz en materia de resultados: jugó 5 partidos oficiales, ganó 4 y perdió uno, en el marco de los Juegos Panamericanos de Canadá. Con Fabián Coito de técnico, ganó la medalla de oro después de 32 años. El agónico triunfo ante Brasil, de atrás, fue una hazaña.

Sub 20. Vice.

La Sub 20, dirigida por Fabián Coito, jugó 13 partidos oficiales: ganó 6, perdió 3 y empató 4. En el Sudamericano, de local, Uruguay fue vicecampeón al perder el último partido con Argentina; y en octavos del Mundial de Nueva Zelanda, empató 0-0 Brasil quedó eliminado por penales.

Sub 17. Víctima.

La Sub 17, dirigida por Santiago Ostolaza, jugó 9 partidos del Sudamericano de Paraguay, y fue doble víctima: 1) Tras gran primera fase, que culminó líder, en la ronda final pagó la falta de hábito a jugar cada tres días; 2) Terminó un punto atrás de Ecuador, que puso mayores de 17.

Sub 15. Vice.

La Sub 15, dirigida por Alejandro Garay, jugó 6 partidos oficiales en el Sudamericano Sub 15 de Colombia, donde ganó 4, empató uno y perdió otro: en la fase inicial fue goleada por Brasil, pero luego venció a Argentina y la eliminó, y se repuso en la final con Brasil; 0-0, afuera sólo por penales.

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Diego Godín. Foto: EFE

SELECCIÓN URUGUAYAJORGE SAVIA

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