NACIONAL

Rodrigo era la figura tricolor hasta que salió sentido; sería un esguince de rodilla pero encendió las alarmas.

Durante 40 minutos Rodrigo Amaral fue el dueño de la pelota y la manejó notablemente. Tanto Neves como García lo buscaban al 10 para empezar con las jugadas de peligro y el talentoso jugador distribuía con acierto el balón.

La mayoría de las veces buscó jugar por izquierda del ataque, donde Castro y Viña le ganaron de forma permanente los duelos a Felipe y Servetti. Así llegaron varios centros al corazón del área, que complicaban a un Rampla que defendía mal.

A Amaral le hicieron un penal no percibido por el árbitro Fuentes (luego él hizo uno), y el 10 fue quién abrió el marcador con un tiro de derecha que tuvo un pequeño desvío en un rival. Incluso a los 20' pudo estirar la diferencia con un fuerte remate desde 25 metros que tapó el arquero de los picapiedras y que terminó con un tiro de Bergessio que se fue apenas afuera.

","

El 10 atraviesa su mejor momento desde su regreso a Nacional. Con continuidad y confianza. Ya nadie habla de su estado físico, porque el mediapunta responde con buenos rendimientos. Tuvo un buen clásico, le dio el triunfo a Nacional contra Defensor y ayer nuevamente fue de lo mejor. Lleva cinco goles en el semestre, uno por Copa.

Pero el buen semestre parece haber terminado. Porque a Nacional le queda un partido por el Apertura y casi con certeza Amaral no lo jugará. Es que cerca del minuto 40 salió con notorios gestos de dolor en su rodilla derecha. Luego la sanidad informó en el entretiempo que estaba con hielo, que en principio era un esguince de rodilla.

Hasta Gutiérrez se acercó al carrito de la sanidad sumamente preocupado. Igualmente, para confirmar la entidad de la lesión, habrá que esperar el resultado de la resonancia. El estudio se le realizará cuando baje la inflamación.