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"Albarrafin": el día más esperado

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Foto: Francisco Flores
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El botija del Prado empezó en Wanderers a los 5 años y llegó a Peñarol, que lo buscó por datos de su “vida privada”.

Además de presentarlo y entregarle la camiseta de Peñarol en Los Aromos, el consejero aurinegro Rodolfo Catino dijo al referirse a Nicolás Albarracín, que estaba a su lado: "El año que viene queremos festejar el Uruguayo N° 50 y la conquista de la sexta Copa Libertadores en nuestro estadio, y creemos que él nos puede dar una mano".

Quizá pudo sonar exagerado, pero no lo era, si se tenía en cuenta lo que quedaba atrás; el tiempo y la forma como Peñarol lo había buscado: casi tres meses desde que Bengoechea les comunicó a los dirigentes el nombre del primer jugador que quería tener en el plantel para la temporada actual, aún antes de que se disputara la final de la pasada, y dos semanas de negociaciones después que el todavía futbolista de Wanderers, jugando con la selección de Uruguay en Toronto 2015 saliera campeón Panamericano.

"(Bengoechea) Me llamó para preguntarme cuál era mi situación y si yo quería llegar a Peñarol, y era lo que yo deseaba, tenía muchas ganas. Que un equipo grande como Peñarol te quiera no se da siempre, y como en el fútbol las oportunidades a veces son únicas, yo preferí dejar algunas opciones que tenía de ir a jugar al exterior por venir a Peñarol. Después ya tendré tiempo de ir a jugar afuera; primero prefiero ganar cosas importantes acá, venir a dejar mi marca. Por eso uno quería venir a entrenar acá. Tardamos un poco, pero... ¡ya está! Se concretó y ahora estoy a punto de entrenar, es lo importante.

El botija que nació y se crió en Gauchos y Raffo, en el Prado, donde vivió hasta que se mudó a el Pinar el año pasado, hoy tiene 22 y, pese al origen barrial, no empezó a jugar en el baby de clubes de viejo arraigo en esa zona, como —por ejemplo— el Mauá, el Corinto, o el Carlitos Prado.

"De muy chiquito, cuando tenía 5 años, un tío me llevó a Wanderers, y me quedé: hice todas las formativas hasta llegar a Primera. (Wanderers) es todo, es mi casa. Yo ahí me siento muy bien, pero todo tiene su tiempo y éste era el momento de saltar. Yo sé que en algún momento me voy a poner de vuelta la camiseta de Wanderers".

Será por todo esos ancestros, pues, que el botija de Gauchos y Raffo y fue a los colegios San Pablo y Mariano hasta que el fútbol lo empujó a dejar en tercer año de Secundaria, ahora con la camiseta de Peñarol puesta dice, quizá con más respeto por la que dejó, aunque la sigue llevando en el alma, y por la que se puso hace unos instantes, que por la timidez que le podría inspirar la posibilidad de que —por ejemplo— Forlán le pida la pelota o le meta un pase, no declara públicamente que es hincha de Peñarol, al punto de que comenta: "No...hincha, no...estando desde tan chiquito en Wanderers..."

Sin embargo, en la mañana del martes, la soledad y el silencio que campeaban en el verde entorno de Los Aromos, invitaban a escuchar datos que parecían salir desde atrás de los árboles, como el del consejero Ignacio Ruglio, que terminaría justificando la reserva de Nicolás Albarracín sobre sus genuinos sentimientos partidarios, y los términos con los que Rodolo Catino lo había presentado: "Es claro que está acá porque hizo méritos para eso, pero también porque después que Pablo (Bengoechea) nos lo pidió, empezamos a investigar y nos llegaron informaciones de amigos y de gente que conocía a la familia, contándonos qué es lo que quiso siempre".

"Peñarol tiene jugadores de muy buen pie, yo vengo a sumar lo mío: está claro de qué juego, lo que hice en Wanderers; y el fútbol se juega igual en todos lados".

¿Y DE QUÉ VA A SER?

DT. - Un jugador en tres sistemas.

Pregunta a Bengoechea: ¿de que utilizará a Albarracín? "De lo que juega él: en un 4-3-3 de delantero, en un 4-2-3-1 como uno de los que juegan atrás del punta, y en un 4-4-2 de volante por afuera. Donde jugó siempre, según su característica: es un volante con mucho juego o un delantero qjue arranca más de atrás. Intentamos que, dentro de su característica, cada jugador rinda de acuerdo a eso".

EN LOS AROMOS.

Forlán se fue a hacer exámenes.

Diego Forlán no participó del entrenamiento matutino de ayer en Los Aromos. Autorizado, fue a realizarse unos exámenes, se integró a la media concentración tras el almuerzo y de tarde hizo fútbol en espacios reducidos

Se viene en coche: ¿precisa un ajuste?

Ahuntchain insistía con su celular: "No me contesta"; quería hablar con Luque, el argentino que salía desde Porto Alegre y quizá no tenía señal: venía en auto por la carretera; ¿con pubalgia? Lo dijo El País TV: hoy lo revisa

El nuevo ante las viejas costumbres.

Albarracín "debutó" con los hábitos aurinegros: Camila Forlano se sacó fotos con el plantel como regalo por su cumpleaños de 15; y antes del regenerativo, Diogo fue a su 4x4, prendió la radio, no muy alta, y le dio suave telón musical al movimiento.

"Mila" de pollo y ensalada alemana.

El primer día de trabajo de Albarracín en Peñarol fue con doble horario: a las 9:15, movimiento matutino; a las 12:00, almuerzo; a las 13:30, siesta; y a las 15:15, entrenamiento vespertino. La primera comida: sopa, milanesa de pollo con ensalada alemana y fruta.

Salto: los autos no se "bañaron"

No hubo lavado de autos a domicilio ayer para los de los jugadores aurinegros: el lunes, cuatro encapuchados asaltaron el lavadero del Km. 24 de la Ruta 8, desde donde van a Los Aromos, sacan los coches, los llevan, los lavan y los traen limpios al final del entrenamiento.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Foto: Francisco Flores

PeñarolJORGE SAVIA

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