Publicidad

El adiós de un recio: retiro y boda para Damián Macaluso

Compartir esta noticia
Macaluso

HISTORIAS

“Los últimos días fueron fuertes, pero también disfruté porque cuando uno dio todo y no tiene nada que reprocharse, se puede retirar contento”, dijo el exdefensa.

Ayer no sonó el despertador en la casa de Damián Macaluso. Por primera vez en muchos años se despertó solo porque no había necesidad de desayunar rápido para llegar a la práctica de Wanderers. Se sintió extraño, pero también tranquilo y conforme porque sabe que siempre entregó todo dentro de una cancha.

Fueron días de mucha emoción para el ya exdefensa. Porque había llegado la hora de colgar los botines y porque se casó el jueves pasado.
“El clima previo fue bravo. La noche antes del partido fue complicada y el último entrenamiento también. Me emocioné un poco porque hubo palabras de algunos compañeros. Y después el día del partido fue bastante fuerte. Pero también lo disfruté mucho y estoy feliz. Cuando uno no tiene nada que reprocharse porque dio todo se puede retirar contento. Y además pude hacerlo dentro de una cancha, jugando, que era lo que quería. Y acompañado de mi familia. Salió todo bien”.

Macaluso estuvo en el banco en el último partido frente a Cerro y por más que ya sabía que en algún momento Carreño lo iba a mandar a la cancha, pasaban los minutos y se iba poniendo nervioso. “Además, justo cuando iba a entrar se dio el gol de Cerro, y creí que me iba a aguantar un poco, pero a los dos minutos me mandó para adentro”.

Macaluso

Si bien la decisión del retiro ya estaba pensada y conversada con la familia, la llamada de Antonio Pacheco de quien se hizo amigo jugando en Peñarol, ofreciéndole integrar su cuerpo técnico, aceleró el momento. “Era algo que habíamos hablado en varias comidas, pero no habíamos concretado la posibilidad de trabajar juntos, hasta que me llamó. Y la verdad, me sorprendió y me emocionó. Obviamente, no me podía negar y estoy más que agradecido. Enseguida quedamos en empezar a prepararnos para lo que venga”, explicó “Maca” quien es técnico y gerente deportivo recibido.
“Los papeles están, pero después hay que ver que no se complique el día a día. Porque por más que uno tenga mil experiencias vividas, cuando estás del otro lado es medio complicado”.

Macaluso
Macaluso defendiendo al Nancy de Francia donde jugó cuatro temporadas. 

Vistió 16 camisetas en 24 años de carrera, desde sus inicio en Central Español hasta el final en Wanderers. Aunque jugó varios años en Italia, en México y en Argentina, se queda con el Nancy de Francia como su mejor momento. “Allí tuve estabilidad y continuidad. Fue la primera vez que estuve cuatro años en un mismo club, lo que ahora repetí en Wanderers. Fueron cuatro años de pensar sólo en el fútbol y lo disfruté muchísimo. Venía de varias subidas y bajadas en mi carrera y de problemas económicos en los clubes, y en Francia encontré la estabilidad que necesitaba. Y además, ahí nació mi hijo Filippo. Fue todo positivo por el fútbol y por él”.

Macaluso jugó en Peñarol desde 2012 hasta 2015. Y fue Campeón Uruguayo en la temporada 2012-13. Llegó en la primera etapa de Jorge Da Silva, y se tuvo que ir en 2015 porque no era del gusto de Pablo Bengoechea. Han pasado ya seis años desde su salida, pero los hinchas no lo olvidan. “Que la gente me siga recordando por mi pasaje por el club, es mi ganancia más grande. Me lo hacen sentir en la calle. Estoy muy agradecido”.

Macaluso
El día de su presentación en Peñarol en 2012: entre los futbolistas está Pacheco con quien hará dupla técnica.

Hasta llegó a defender al mirasol atajando en un partido nocturno frente a Rampla Juniors. “Echaron a Washington Aguerre y atajé unos minutos. Justo le quedó un tiro libre a Malán, que ya nos había hecho un gol. Fue al borde del área y por suerte la tiró donde yo estaba y la pude sacar para el costado”. 

Jugar en el equipo del que era hincha de niño fue una de sus mejores experiencias. Es más aún tiene guardadas las entradas de cuando iba a ver a Peñarol siendo un botija. “Atrás anotaba el resultado y quién había hecho los goles”.

Lo peor fue cuando casi deja el fútbol

 No duda que su peor momento lo pasó en el 2003 cuando estuvo a punto de dejar el fútbol. Y tenía sólo 23 años. “Casi dejo de jugar por situaciones que escapaban a mí. Por la persona que manejaba mi ficha en aquel momento y que pertenecía a Central Español. Esa persona cayó presa y yo no tenía equipo. Venía muy cascoteado de la crisis del 2002 y había pensado en ponerme a trabajar con un amigo en un negocio de ropa. Era un chiquilín, pero había arrancado como profesional en 1997 y ya había vivido una cantidad de cosas. Había jugado en la “B” un año y medio, había pasado por la selección y había estado en Italia. Y encontrarme en esa situación de no poder decidir sobre mi propio futuro y depender de una persona que además, había caído presa, fue muy complicado”.

Macaluso
Damián Macaluso con la selección Sub 20: jugó el Sudamericano de Argentina y el Mundial de Nigeria.

Afortunadamente, en ese momento surgió la posibilidad de irse a jugar a Guatemala y entre aceptarla o arrancar para los 8 horas, optó por lo primero. “Fui sin conocer a donde iba porque en aquel momento no había información como hay hoy en internet, pero fue una experiencia muy buena. Me encontré con una ciudad muy humilde donde la pasé muy bien. Jugamos, salimos campeones e hicimos historia. Y además, los lugares eran paradisíacos, con cataratas y arroyos de aguas cristalinas”, contó sobre Cobán en Alta de la Paz, Guatemala.

Sabe que el vestuario y la ronda de mate con los compañeros es lo que más va a extrañar. “Conversar, escuchar y que te escuchen. Saber si alguno tiene un problema, aprender cosas nuevas y poder transmitir vivencias, no sólo del fútbol sino de la vida. Las previas de los entrenamientos en el vestuario lejos del celular. Las bromas, escuchar música, todo eso voy a extrañar. En un vestuario se aprende más que viendo una jugada en un video”.

Sensible

Aunque en la cancha siempre se caracterizó por ser un futbolista recio y de mucha entrega, según Natalia, su reciente esposa, afuera es muy sensible, un tierno con un corazón enorme. Él se ríe. “Es cierto que soy muy diferente que en la cancha, soy tranquilo y me gusta mucho estar en mi casa con la familia. Soy un tipo alegre y que está siempre de buen humor. Que siempre está buscando hacer una broma y transmitir alegría ya sea en mi familia, con mis hijos o en el vestuario donde siempre trataba de tirar algún chiste para alegrar el momento”.

Damián y Natalia se casaron el jueves pasado, cuando él salió de la burbuja, por civil y por iglesia. El festejo no fue posible por la pandemia. “Al Registro Civil sólo podían entrar cuatro personas. Mis testigos fueron mis padres y los de Natalia su madre y su cuñado. Fue algo muy cortito, pero muy emotivo”, contó.

De allí se fueron directamente para la ceremonia religiosa. “En la iglesia fue un poquito más de gente. La familia y algunos amigos”, agregó sobre la iglesia del Cordón donde el padre Washington los casó. “Para mí el casamiento significó afianzar la familia que estamos formando. Estamos viviendo un momento muy hermoso y merecíamos reafirmar nuestro sentimiento. El casamiento estuvo espectacular y nuestros hijos lo disfrutaron junto con nosotros. Estaban muy emocionados y lo disfrutaron”, dijo sobre los suyos, Filippo y Mika, y Martina, la hija de Natalia.

Al final, la cita a ciegas que le organizó un amigo y en la que conoció a la escribana fernandina, resultó a las mil maravillas.

Macaluso

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

PeñarolWanderersretiro

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad