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Un viaje desafortunado

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Larguísimo. Así se hizo el viaje para la delegación uruguaya. Foto: G. Pérez
Archivo El Pais

Uruguay perdió un día entero tratando de regresar y se esperan respuestas.

La selección uruguaya no ha tenido demasiada fortuna con sus vuelos en esta fecha de las Eliminatorias al Mundial de Rusia.

A la Celeste le tocaba viajar a Ecuador y para ello contrató un servicio chárter con la compañía Chilejet. El vuelo de ida a Guayaquil transcurrió sin incidencia alguna y de hecho los comentarios sobre el servicio constataban la satisfacción de la delegación con el mismo.

Así lo pudo corroborar el enviado de Ovación con varios de los neutrales, que tras ese trayecto inicial elogiaron el trato recibido: no sólo por el buen servicio de catering, con desayuno, almuerzo, platos alternativos y bebidas, sino también por la preocupación por la comodidad celeste: a la selección le reservaron las 16 primeras filas de la aeronave a pesar de que sólo unos pocos partían desde Montevideo para que los jugadores estuvieran más anchos.

Los problemas comenzaron el jueves, el mismo día del partido. El plantel debía trasladarse desde Guayaquil a Quito para la cita y tuvo un percance: a los diez minutos de vuelo tuvieron que dar media vuelta y regresar al origen.

El motivo, según explicó la compañía, fue el mal cierre de una de las puertas de la aeronave, que impidió su correcta presurización.

Todo este percance no le ocasionó más molestias a la expedición que una hora de retraso en su llegada al Sheraton de Quito, pero sí que despertó interrogantes entre alguno de sus miembros. "Si la cabina no presuriza bien, me vas a decir que antes de salir no se le prende una lucecita? Si tenes una puerta mal cerrada tu auto te avisa; ¿y un avión, no? ¡Vamos! El avión quedo ahí, pero ahora viene la hora de las preguntas", le dijo Ricardo Scaglia al enviado de Ovación, una voz a escuchar en este asunto más que por sus años como consejero de Peñarol por los tres años que estuvo presidiendo Pluna.

Este percance sería ahora sólo una anécdota si más tarde no hubiese sucedido algo peor. Tras el partido, la selección inició el viaje de vuelta desde Guayaquil, pero en cuanto entró en cielos peruanas dio media vuelta y regresó a terreno ecuatoriano. Los pilotos informaron a los pasajeros que no tenían permiso para sobrevolar Perú y se les denegó el paso por su espacio aéreo.

Según varias se informó a la delegación, el problema concreto fue que el permiso estaba solicitado para el día 12 y ya había caducado cuando, en la madrugada del 13, la Celeste ya estaba en vuelo.

La selección tuvo que volver a su hotel en Guayaquil y descansó hasta que, una vez resueltos los trámites, retomó el regreso, partiendo a las 15:00 de Uruguay y aterrizando anoche antes de lo previsto, a las 21:00, al no hacer la parada técnica en Iquique.

Con los celestes ya en casa y con un día de trabajo perdido, hoy se espera que tanto desde la AUF como la compañía se aclare un poco más lo ocurrido. ¿Fue una cadena de infortunios? ¿Una serie de errores humanos? Lo seguro es que la única víctima es la selección.

NOCHE ACCIDENTADA.

Anécdota.

La "mala liga" de la selección en este viaje estuvo a punto de empeorarse el miércoles: la prueba de sonido de una banda a media tarde en el shopping frente al Hotel impidió el descanso de los celestes. Esa misma noche, en la previa del partido, sería el recital. Los dirigentes de la AUF amenazaron con cambiar de hotel si les alteraba el sueño.

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Larguísimo. Así se hizo el viaje para la delegación uruguaya. Foto: G. Pérez

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