GRUPO B

La Albiceleste la vuelve a tener brava para avanzar como ya le ocurrió en los dos últimos torneos, mientras que Catar se ilusiona.

Miércoles 11 de octubre de 2017. Argentina llegaba a Ecuador para disputar el último partido de las Eliminatorias de Conmebol para la Copa del Mundo de Rusia 2018 afuera de todo.

Los puntos sumados no le permitían estar dentro de los cuatro clasificados de manera directa y los goles a favor tampoco le alcanzaban para meterse en un repechaje que todavía le correspondía a una selección de Perú que tenía la misma diferencia de goles, pero que había anotado más.

La historia es conocida. Apareció Lionel Messi y con un hat-trick sentenció la victoria por 3-1 y la clasificación de la albiceleste ante una débil Ecuador que ya estaba eliminada de la Copa del Mundo.

Con lo justo, pero Argentina terminó clasificando y aunque quedó tercero en la tabla, las dudas eran muchas.

Llegaba el Mundial y la ilusión argentina se renovaba. Con Messi a la cabeza y con la sangre en el ojo de la final perdida en 2014 ante Alemania, la Albiceleste llegaba con mucha ilusión, pero sin tanto fútbol. Y la historia fue la misma.

26 de junio de 2018. En vez de la calurosa Quito, Argentina estaba en una fresca San Petersburgo, pero en la misma situación: con la soga al cuello y la necesidad de ganar para avanzar. Nuevamente apareció Messi y con un tanto suyo y un gran partido de la “Pulga”, Argentina superó a Nigeria y se metió a los octavos de final en la última fecha del grupo.

La situación que vive Argentina en la Copa América de Brasil se puede decir que es idéntica a la que le tocó sufrir en Rusia, ya que el líder tiene 6 puntos (Croacia en su momento y ahora Colombia), el segundo tenía 3 (Nigeria en el Mundial, Paraguay en la Copa América) y Argentina igualaba en un punto en el último lugar (Islandia en Rusia y Catar en Brasil). Es por eso que Argentina no tiene otra que ganar. No le queda otra por historia, por ser siempre candidato y porque mal o bien cuenta con un plantel que es superior al catarí.

Tal vez en funcionamiento las diferencias no sean muchas porque los asiáticos han disputado dos buenos partidos ante Paraguay y Colombia e incluso por momentos mostraron un fútbol mejor del que los dirigidos por Scaloni plasmaron en cancha. Pero claro, Argentina cuenta con Messi y eso siempre es un plus y más teniendo en cuenta que lo salvó una, dos veces y perfectamente puede salvarlos una tercera.

Las críticas han sido fuertes, tanto después de la derrota ante Colombia como luego del empate ante Paraguay, pero la albiceleste tiene una chance más en la que no puede fallar. Debe ganar y aunque vivirá una nueva situación límite, el calendario le da una nueva posibilidad. Eso sí: irá ante un Catar ilusionado.