BÁSQUETBOL

La Celeste logró realizar la mayoría de los puntos que se había trazado para logar la clasificación de visitante. 

Uruguay sabía lo que tenía que hacer y lo hizo, casi al pie de la letra con algunas intermitencias que le costó la clasificación. “Tenemos que estar fuertes y hacer un juego duro físicamente, que no puedan llegar fácil a anotarnos, que no nos tomen segundos tiros. Tenemos que hacer un juego inteligente, saber que es un partido largo. Se va a definir en los minutos finales. Van a pasar por ahí las claves para llevarnos el juego”, decía Mathías Calfani antes del viaje a Puerto Rico.

Muchos de los puntos trabajados previamente se hicieron. La Celeste ganó tres de los cuatro tiempos, aunque con el peso que desequilibró la balanza en el segundo cuarto a favor de los locatarios. ¿La explicación? La rotación.

Magnano comenzó con los cambios en los segundos 10', dando el descanso ineludible a los titulares en el segundo cuarto y permitiéndoles a los boricuas su mayor promedio en el partido.

Uruguay dominó, en la mayor parte del encuentro, en el juego físico, le sacó a Puerto Rico de su zona de confort con las transiciones rápidas y tiros a distancia. Incluso los hombres claves de la Celeste se cargaron con más minutos que partidos anteriores y aparecieron en los momentos más decisivos. Pero a la selección le faltó la efectividad frente al aro rival, teniendo cero acierto de los suplentes, el gran debe de la noche.

La clasificación no la perdió Luciano Parodi al errar el triple en el final. Nada que decirle al base de Corinthians que tuvo el mayor acierto en la selección de triples de la Eliminatoria (41%, lejos de los 32% de Vidal y Fitipaldo, los más cercanos). El mayor problema fue en los 11 intentos de tiros de campo de los jugadores que ingresaron desde el banco (7 triples) de los cuales no ingresó ninguno. 

Kiril Wachsmann, Hatila Passos y Joaquin Rodriguez sumaron 10 minutos cada uno; Santiago Vidal tuvo 15'. Ninguno de ellos pudo aportar.

Los 61 puntos de la noche se dividieron entre los 19 de Batista, que terminó en el banco; los 14 de Barrera; los 12 que hicieron Fitipaldo y Parodi cada uno; y los 4 de Calfani. Nada más.

Uruguay extraña tener buenos tiradores y esta, seguramente, será una apuesta para el futuro.