El azul de la playa, que fue fundado en 1938, y ganó su primer campeonato de liga en 2007, logró su cuarta copa en nueve temporadas, lo que reafirma el dominio que estableció en la competencia local.

Hace nueve años, en el año 2006, Malvín contrató a Pablo López como entrenador para evitar el descenso, pero se encontró con una realidad totalmente distinta, el campeonato.

Ese año el equipo de la playa logró por primera vez en su historia, a los 69 años de vida, un campeonato en la era profesional. Con Fernando Martínez y Emilio Taboada como figuras, más los buenos aportes de Pablo Viera, los extranjeros Kim Adams y Lee Benson, y el gran año de Marcelo Pérez, el playero se coronó campeón luego de vencer a Trouville en semifinales por 3-0 y en la serie final a Biguá por 3-1, en un partido famoso porque nunca terminó, y el playero recibió la copa 15 días después.

La historia siguió en la temporada 2010/11. El club llegó a la final luego de vencer a Defensor Sporting en semifinales por 3-0. Esa serie final también fue contra Biguá, su primer verdugo, y también logró vencerlo por 3-1, con un gran campeonato de Joaquín Izuibejeres y de Reque Newsome, sumado al aporte del extranjero Chris Jeffries y de Bruno Fitipaldo, juvenil que tuvo que asumir las finales como titular por la lesión del “enano” Martínez.

El equipo de la calle Legrand continuó escribiendo sus páginas de gloria en la temporada 2013/14, en la que Malvín dominó el campeonato de principio a fin, y fue el mejor campeón de la historia de la Liga Uruguaya, con 39 partidos ganados y sólo 7 perdidos. Ese año llegó a la final contra Sporting luego de vencer muy bien a Goes y Atenas respectivamente, ambas series 3-0. La final la ganó 4-1 con Bruno Fitipaldo y Nicolás Mazzarino como figuras excluyentes y un gran torneo de Mathías Calfani.
Esta temporada el camino parecía accesible, pero se fue complicando.

Los dirigidos por López fueron los mejores de la fase regular, y luego en la SuperLiga tuvieron un traspié que los llevó a ser segundos. Superó la serie con Goes con claridad, y Hebraica lo tuvo contra las cuerdas, pero el campeón logró darlo vuelta y ganó esa serie 3-2.

La final contra Trouville empezó mal, pero el azul lo revirtió de gran forma, y llegó una vez más al título de campeón por cuarta vez en su historia.

básquetbolNICOLÁS TUCCI