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Malvín apuesta al juego para vencer a Aguada

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Foto: Gerardo Pérez
GERARDO PEREZ PALADiNO

LIGA URUGUAYA

Las estadísticas siguen estando en su contra en la final frente a los aguateros.

Malvín reaccionó el lunes a la noche, venció 80-69 a Aguada, se quedó con el tercer punto de las finales de la Liga Uruguaya de Básquetbol y puso la serie final 2-1 en favor de los aguateros. Sin embargo, las probabilidades siguen estando en contra del campeón.

Eso es, al menos, lo que reflejan las estadísticas. Desde que las finales se juegan al mejor de siete partidos, a partir de la temporada 2012-2013, todos los equipos que estuvieron 2-1 arriba se consagraron campeones. Precisamente el primero en experimentarlo fue el mismísimo Aguada, que definió el título con Defensor Sporting y terminó imponiéndose por un global 4-3.

Malvín en 2014, 2015 y 2018 y Hebraica Macabi en 2016 y 2017 fueron los otros equipos que luego de haber estado 2-1 arriba tras el tercer punto terminaron levantando la copa.

Hay otra parte de las estadísticas de la cual en todo caso podría aferrarse el azul de la playa para ser al menos un poco más optimista: la obtención del tercer punto.

De las seis ediciones que se toman en cuenta, en cuatro ocasiones el que ganó el partido para dejar 2-1 la serie fue el campeón. Le ocurrió a Aguada en 2013, a Malvín en 2014 y 2015 y a Hebraica en 2017.

Los que ganaron el tercer punto y luego no pudieron ser campeones fueron Defensor Sporting ante Hebraica en 2016 y Aguada el año pasado frente al playero.

Está claro que Pablo López y los suyos tendrán entonces que apostar a otros aspectos más que a las estadísticas y uno de ellos es lograr en el cuarto punto (a jugarse el viernes a las 20.30 en el Antel Arena) repetir la firme defensa que presentaron en la segunda mitad del juego.

Luego de haber absorbido 40 unidades en la primera mitad- la cual terminó perdiendo por seis puntos- Pablo López hizo hincapié en el vestuario en que el partido se levantaba a partir de hacerse duros en defensa. Fue entonces que Malvín comenzó a revertir el trámite del partido y, quizás, de la serie.

En los dos primeros partidos Aguada le había encestado 173 puntos (promedio de 86,5 puntos por juego), pero el lunes a la noche Malvín solo le permitió 69, de los cuales únicamente 29 fueron en los últimos 20 minutos: 12 en el tercer cuarto y 17 en el último.

Al cerrar la defensa, Aguada comenzó a jugar al borde del límite del tiempo de posesión y así sufrió seis pérdidas de balón y nueve tiros de cancha fallados en los 10 minutos finales, ya que Malvín obligó a lanzar desde afuera y en forma incómoda.

La confianza otorgada por la defensa replicó en ataque y por eso no fue casualidad que en el cuarto final del encuentro fueran 27 los puntos marcados (la mayor producción de la noche en un parcial), con buenos porcentajes de larga, media y corta distancia: 3 de 5 en tripes, 3 de 3 de media y 3 de 6 en la zona pintada.

Aguada fue todo lo contrario: 2 de 6 en triples, 2 de 4 de media y 1 de 2 en la pintura.

La defensa de Malvín exasperó a Aguada, lo dominó psicológicamente, lo sacó de su plan de juego y lo liquidó tomándole nueve rebotes (seis defensivos y tres ofensivos) y goleándolo.

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