Trouville pegó primero en las finales de la Liga Uruguaya. Venció 75-62 a Malvín y se quedó con el primer punto de siete. El viernes se juega el segundo.

En ningún momento de la noche se notaron las dos semanas de inactividad de Trouville esperando a su rival para las finales. Desde el inicio mismo del juego, el equipo de Álvaro Tito evidenció que estaba fino con la pelota y muy bien desde el punto de vista físico, que se notó en una defensa que fue inquebrantable durante todo el juego. Por eso, y por la muy buena actuación colectiva, los rojos de Pocitos se quedaron con la primera final, doblegando al último campeón -Malvín- por 75 a 62. Los “playeros” estuvieron muy lejos del nivel mostrado tres días atrás, cuando dejaron por el camino a Hebraica Macabi con un partido espectacular, y eso fue por obra y gracia de Trouville, que logró maniatar a los dirigidos por Pablo López.

El partido empezó con mucha dinámica y con un trámite goleado. El primer chico fue el único momento del partido en el que Mathías Calfani logró lastimar. Pero para los segundos 10’ Trouville ajustó las marcas sobre él con una defensa a hombre que constantemente recibía ayudas para duplicar en la marca. También hay que destacar lo que fue la marca constante y regular de Claudio Bascou sobre Nicolás Mazzarino, que estuvo incómodo a lo largo del partido.

En el inicio del segundo tiempo, el venezolano Néstor Colmenares y el jamaiquino Kevin Young brillaron en todo sentido. En defensa fueron impasables -como todo el equipo- y en ataque conformaron una dupla temible, con tantos que hicieron delirar a los hinchas rojos, que se acercaron en gran número al Palacio Peñarol. Sumado a ese aspecto hay que destacar la tarea del capitán Joaquín Izuibejeres, que anotó puntos importantes y que puso la pausa cuando lo ameritaba. El viernes se verán las caras nuevamente.

BÁSQUETBOLJUAN PABLO ROMERO