Rosberg aún no sabe bien a qué se va a dedicar ahora, lejos de los circuitos y del circo de la Fórmula Uno. Lo único que tiene claro es que quiere dedicarle más tiempo a su familia, lo que no ha podido hacer durante sus tiempos de piloto.

"Quizás pueda comenzar en el mundo de los negocios. Ya hay algunas ideas, pero nada sólido", admitió el alemán. Rosberg reconoce que su marcha ha significado un importante quebradero de cabeza para Mercedes, la escudería con el mejor coche este año, que necesita ahora dar rápidamente con un sucesor. "Sé que mi retirada le ha dejado una situación difícil a la casa", afirma, pero evita ahondar en el tema.

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