El reciente incidente entre Hamilton y Rosberg reavivó la polémica entre coequipiers.

Poder tener a dos de los mejores pilotos del mundo dentro de un mismo equipo supone contar con una importante ventaja y excelentes posibilidades de éxitos en la pista.

O no. Porque en la historia de la Fórmula Uno han habido varios binomios que han mantenido grandes duelos dentro y fuera de los circuitos, perjudicando en muchos casos los objetivos primordiales de la escudería. Esto viene desde las primeras épocas de la categoría y seguramente se alimenta en la conocida frase de que el rival más importante es el propio compañero de equipo.

El incidente del Gran Premio de Austria entre Rosberg y Hamilton es una muestra más de la vigencia de esta acérrima rivalidad.

Como tantas veces, la hegemonía de un equipo en la pista, como en el actual momento de Mercedes, no tiene discusión. Pero las discusiones están a la orden del día en el seno de la escudería.

Ya en la década del 50 había problemas de este tipo. En 1952, el primer campeón del mundo de la Fórmula Uno, Giuseppe "Nino" Farina, llegó a Ferrari, donde estaba Alberto Ascari, quien fue campeón ese año y también en 1953. La convivencia entre ambos fue muy difícil y en 1954 Farina pasó a correr con Maserati.

Más acá en el tiempo, el equipo McLaren volvió a sufrir problemas.

En 2007 Fernando Alonso y Lewis Hamilton tuvieron duros enfrentamientos. El español, bicampeón mundial 2005/2006, se encontró con el debutante británico, protegido del dueño del equipo Ron Dennis, quien comenzó el año exitosamente, postergando a Alonso. Los problemas no tardaron en aparecer y de esa lucha interna hubo un gran favorecido: el finlandés Kimi Raikkonen, que con su Ferrari se consagró campeón mundial con un solo punto de ventaja sobre los dos pilotos de McLaren.

Tampoco Red Bull se ha salvado de este tipo de problemas. La relación entre Sebastian Vettel y Mark Webber se deterioró irremediablemente, luego que el alemán no respetara la orden de dejar ganar al australiano en la carrera de Malasia en 2013.

En 1988 Ayrton Senna llegó a McLaren, consagrándose campeón, con Alain Prost de compañero. En 1989 se desató una guerra sin cuartel entre ellos, que tuvo eclosión en la última fecha, en la que ambos tenían posibilidades de coronarse. Ayrton quiso adelantar a Prost y se produjo el choque. Prost abandonó. Ayrton siguió y ganó la carrera. Era nuevamente campeón. Pero las autoridades lo descalificaron, dándole la corona a Prost, que al año siguiente se fue para Ferrari.

El duelo entre Nigel Mansell y Nelson Piquet duró los dos años (1986/87) que ambos integraron el equipo Williams. Fue más intenso fuera de la pista que en los propios circuitos, pero la situación en el seno del equipo era insoportable y asfixiante. Por sus rencillas internas perdieron el certamen de 1986 con Alain Prost. Al año siguiente, la situación se agravó. Mansell tenía mayor apoyo del equipo, pero Piquet fue campeón y para 1988 se llevó el número "1" para Lotus.

Lo acontecido el domingo pasado en Austria, no es un hecho inédito en el equipo Mercedes, porque hay varios antecedentes. El más notorio, el de Cataluña este año, cuando ambos autos chocaron al comienzo de la carrera, abandonando. Pero antes había habido otras incidencias similares, como en Spa (Bélgica) en 2014 y también en Austin (Estados Unidos) en el gran premio de 2015.

En 1980, Alan Jones fue campeón con Williams. Era el piloto "1" del equipo. En Brasil 1981, Carlos Reutemann lideraba, cuando surgió la orden de dejar ganar a Jones. El "Lole", líder durante toda la carrera, se negó a obedecer y logró la victoria, con Jones como escolta. El equipo se puso a favor de Jones. Reutemann perdió el certamen en la última fecha, con un auto de muy mala performance.

En 1982, Gilles Villeneuve iba ganando con su Ferrari en Imola (Italia) cuando a poco del final fue superado por su compañero Didier Pironi, ignorando una "orden histórica" del equipo: mantener las posiciones en el tramo final de la carrera. Villeneuve quedó furioso y prometió revancha, pero en la clasificación de la siguiente carrera en Bélgica sufrió un accidente que le costó la vida.

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