Opinión
La progresía sigue, en el mejor de los casos, silbando hacia arriba (y en el peor, atizando el odio fundamentalista), mientras avanza un antisemitismo de imprevisibles consecuencias.
Así como la mayoría de las convicciones profundas de Milei me parecen equivocadas, la gran mayoría de su agenda de gobierno está en lo correcto.
Tomemos esto como un lapsus a no repetir por nadie.
El desafío de la Coalición Republicana no es dejar de ser tibios, es que encuentren un sueño de país compartido.
Los bueyes mansos no hacen patria ni historia.
Editorial
Ecos