Ganar en casa en la Eliminatoria siempre es vital, no importa el rival que sea. Pero en este caso lo es mucho más todavía.
A Chile hay que vencerlo como sea y no porque haya sido el que nos eliminó de la Copa América o por un deseo solidario de venganza por lo que le hizo Gonzalo Jara a Edinson Cavani. No, eso debe quedar de lado, porque al fin y al cabo es un partido de fútbol y nada más. Eso sí, no es un simple partido. Chile es un rival directo en la pelea por uno de los cuatro lugares para la Copa del Mundo y tiene que sumar la menor cantidad de puntos posibles. Además, para el ánimo del grupo (y de todos los uruguayos) sería fundamental terminar 2015 con nueve puntos de 12 y por encima de La Roja en la tabla de posiciones. Pero más importante aún: se enviará un mensaje claro de que Uruguay no es solo Luis Suárez. El "Pistolero" recién estará disponible para la primera fecha de 2016 y, si todo sale bien, encontrará a La Celeste si no en lo más alto (depende de ganar y que pierda Ecuador en Venezuela, esto último poco probable), por lo menos segundo. Hay que ganar por eso, no para que sufra Jara.
EL ANÁLiSIS - DANIEL ROSA