LA CLAVE
Parece un despropósito que en momentos en que todo el país se encuentra paralizado por la lucha contra el coronavirus, se lleven adelante las elecciones municipales. No solo se trata de un problema de salud pública, sino de legitimidad democrática, ya que nadie tiene cabeza ni para escuchar propuestas ni para definir apoyos en momentos como este. Existen desafíos formales que subsanar para suspender esta elección. Pero con el acuerdo de todos los partidos, eso no debería ser un obstáculo.