LA CLAVE
De revolucionario, se definió Sendic en recientes declaraciones. Sin lugar a dudas el notorio compatriota tiene muy clara su identidad y más aún su futuro electoral. Para él y sus compañeros se trató de una épica tarea de transformación. Para el resto, un desaguisado administrativo, una incapacidad gubernativa, un desdén por las leyes, un desprecio por el dinero ajeno, una aventura desquiciada en materia de desarrollo económico. Fundió un monopolio y sigue tan campante. Revolucionario el hombre...