LA CLAVE
Las reacción del oficialismo ante el proyecto de ley de Urgencia son tan exageradas como esperables. Desde Javier Miranda, que no puede decir una frase sin meter “neoliberalismo” en algún lado, a Héctor Florit, que denuncia que se agravaría inequidadaes que su gobierno no resolvió en 15 años de poder absoluto. Lo que esta gente no quiere aceptar es que la sociedad no está contenta de como van las cosas, y que votó un cambio. Si el nuevo gobierno no lo impulsara, estaría traicionando a sus votantes.