La clave
Con el beneplácito del gobierno uruguayo, Nicolás Maduro asumió por segunda vez la presidencia convertida en dictadura de Venezuela, como resultado de elecciones fraudulentas. No sabemos si en algún Quincho de Montevideo se llevaron a cabo festejos tras esta consagración, pero la verdad es que muchos han celebrado que el dictador se mantenga en el poder hasta el 2025. Garantiza silencios, mucho secretismo y buenos negocios para algunos "emprendedores" surgidos a partir del chavismo.