la Clave
El 6% del PBI ha pasado a ser un verdadero ícono cuando se habla de recursos para la educación. Dos comentarios son necesarios al respecto. Si el PBI aumenta, enhorabuena; pero si disminuye seguramente que lo que se reclamará será una cifra concreta y no un porcentaje más flaco. Por otro lado, la cifra nada quiere decir en sí misma, lo que importa es cómo se invierte para una mejora real de la calidad educativa. El fetiche porcentualista no conduce a ello, solo sirve para esconder la falta de logros.