LA CLAVE
Hay gente que se vuelve adicta al calor de los reflectores, y no puede vivir sin ser el centro de la conversación. Uno de ellos es el expresidente Mujica, cu-ya imagen ha perdido interés en los medios, lo cual lo fuerza a decir disparates cada vez más terribles. Ahora se puso a dar cátedra sobre la llegada de refugiados afganos, y con tono de sabio llamó a “mirarles las manos”. ¿Mujica no se acuerda del fiasco que fue su plan de llegada de refugiados sirios? ¿No tiene alguien que le sugiera no hablar de eso?