La clave
Esta intendencia de Daniel Martínez no pasará a la historia por su gestión o sus obras en beneficio de los vecinos de la ciudad; pasará a la historia por su obsesión de multar a los automovilistas. Desde que asumió, toda su imaginación y sus esfuerzos se agotaron en instalar cámaras y radares para detectar (y cobrar) infracciones. Incluso extendió la zona tarifada para ampliar el espectro de multas. Ahora, para empezar el año, apuesta a que se ande más rápido para sancionarlos mejor. De educar, nada.