LA CLAVE
La tiranía del diseño, nos impide usar en el título de este “suelto” el Carlos Julio por el cual fue reconocido por todos los uruguayos. Pero la muerte de uno de los últimos patriarcas del Partido Nacional en particular, y de la política uruguaya en general, no debería dejar a ningún demócrata insensible. Es que Carlos Julio fue un símbolo de la política con mayúscula. Alguien que defendió la democracia sin posturas y con integridad. Y que se jugó por sus convicciones sin medir costos. Una pérdida enorme.