LA CLAVE
Para una ciudadanía que padece una delincuencia que los agobia en su diario vivir y le ha cambiado su modo de trabajar o incluso de estudiar, hay noticias que resultan indigeribles. Que al mismo tiempo que tener un comercio se ha vuelto una actividad de riesgo, tantas son las desgracias, se haya condenado a una nueva víctima de un atraco, a 4 años y medio de prisión por haberle dado muerte a uno de los atacantes ha provocado indignación. Benevolencia con los criminales y rigor con las víctimas.