LA CLAVE
Un decreto aprobado a fin de año redujo la importancia del dominio del idioma ingles para los funcionarios diplomáticos. Tendencias de este tipo ya se habían insinuado en la Cancillería, pero esta vez es claro que se les fue la mano. Cualquier diplomático que salga con nuevo destino, excluidos los países hispanoparlantes, no puede sobrevivir en funciones sin un buen manejo del inglés. Con el nivel que ahora se promueve no podrán entablar diálogos correctos ni siquiera sobre temas sencillos.