La Clave
Por más evidente que sea el peso asfixiante del Estado, donde la inmensa burocracia que es parte sustancial del gasto público, por ejemplo, autoriza un valioso medicamento para una persona que padece una grave enfermedad, después que ya murió. O la atleta paralímpica en equitación tiene que renunciar a competir porque los recursos que le daría el Estado, aunque fueron aprobados no llegarán a tiempo, resulta que la Oficina del Servicio Civil muestra que hay 3707 funcionarios más, en el 2017.