LA CLAVE

Óscar Andrade dio declaraciones estos días en las que, entre otras cosas, dijo que no ve diferencia entre Venezuela y Brasil. Así como lo oye. Pero como si fuera poco, dijo que prefiere hablar de política y no de gestión. Una frase hecha, y de la que solo puede aprovecharse porque la mayoría de los políticos hoy rehúyen el debate de ideas. Porque discutir de política con alguien que defiende un sistema que fracasó siempre que se probó, debe ser de las cosas más fáciles que puede pedir un político.