LA CLAVE
El ocupante precario que hoy tiene la Casa Blanca no pasará a la historia por sus conocimiento, inteligencia, o humanismo. Pasará a la historia en su carácter del presidente más ególatra, vanidoso, bocón y ordinario que registren los andares de estos tiempos, incluido "el antes" y seguramente también "el después". Su frase "países de mierda" para englobar a naciones pobres y castigadas por el destino no tiene parangón alguno y habla de un desprecio que es la mitad (o menos) de lo que la gente siente por él.