Publicidad

Por las dudas

Compartir esta noticia

En el informativo central de un canal de televisión, a las 20 horas y 7 minutos del miércoles pasado, refiriéndose a uno de los lamentables episodios que se están destapando en la Armada en el período de gobierno anterior, un diputado oficialista, el Sr. Álvaro Vega, dijo, palabra más o menos, que "en este país, nadie es culpable hasta que no lo condenen…"

Hablaba de la presunción de inocencia, y pudo interpretarse como una reprobación a nuestro sistema jurídico penal, pero luego las declaraciones se equilibraron, por lo cual no le podemos atribuir ninguna intencionalidad. Es que cuando se menciona al país como "este país" siempre suena la referencia con cierta carga peyorativa. Aun así un par de reflexiones no están demás, tan sólo por las dudas.

La primera es que "nuestro" país no es una excepción al consagrar como pilar de su ordenamiento jurídico la presunción de inocencia, que está en la base de todo el derecho penal liberal desde el fondo de los tiempos. Toda persona, mientras que el Poder Judicial no la condene, por más procesada que esté, presa o no, es y debe ser tratada como inocente.

La segunda, es que no es el ideal que investigaciones parlamentarias y judiciales corran al mismo tiempo, pero si sucede, los legisladores deben abstenerse de hacer comentarios. Es una forma de interferir en la Justicia. En nuestro país, el principio de Separación de Poderes fue atropellado, por ejemplo, a pocos días de asumir como tal, por el presidente de la República, Dr. Tabaré Vázquez, quien proclamó públicamente a los jerarcas de un banco quebrado como "peligrosos delincuentes", cuando ni siquiera tenían acusación fiscal.

Fue su primer olvido de una de sus dos Biblias.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad