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Que cambie el viento

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Esperando que cambie el viento. Hace algunas semanas se conocieron los datos relativos al nivel de actividad de la economía uruguaya durante el segundo trimestre del año 2016.

Esperando que cambie el viento. Hace algunas semanas se conocieron los datos relativos al nivel de actividad de la economía uruguaya durante el segundo trimestre del año 2016.

En general, los técnicos realizan estimaciones sobre la evolución futura de esas variables. En el caso de que la realidad sea mejor que las expectativas, los voceros del gobierno tendrán algo para festejar. Por eso siempre es mejor anunciar que se esperan resultados magros para el corto plazo a excepción, claro está, de las instancias en que se discute el Presupuesto quinquenal.

Como es sabido, la variación en el nivel de actividad económica se mide por medio de la variación del Producto Interno Bruto (PIB). Las bases de comparación habituales para los datos recientemente publicados son: el segundo trimestre del 2015 y el primero del 2016.

La primera comparación arroja un aumento de 1.4% y la segunda un resultado de 0%. O sea que el PIB se mantuvo constante en relación al 1er trimestre del año y aumentó un 1.4% en relación al mismo período del año 2015.

Una mirada un poco más en profundidad nos muestra que en el período abril-junio de 2015 se había verificado una fuerte caída. Obviamente, una comparación con una base baja dará por resultado un aumento importante aunque en la realidad no se esté creciendo. Eso es exactamente lo que está sucediendo.

Pero más allá de estas cuestiones estadísticas, es importante identificar los sectores donde se verifican los aumentos y las disminuciones. El resultado no luce reconfortante. Si se quita el sector electricidad, gas y agua, el 1.4% se convierte en -0.2%. Existe un consenso técnico para hablar de recesión cuando existe una caída del PIB de dos trimestres consecutivos. Esto sucedió con sectores relevantes de la economía: primarios, industria, construcción, comercio, restaurantes y hoteles muestran caídas en su nivel de actividad. Es muy claro que la economía uruguaya se encuentra prácticamente estancada. Si tomamos los dos últimos años, nos encontramos con una variación de 1% en total, guarismo muy mediocre en comparación con el desempeño de años anteriores.

Llaman la atención entonces, las declaraciones del presidente Vázquez recogidas por el semanario Búsqueda donde afirma que: “No vamos a entrar en recesión. Ya zafamos de esa zona y eso no es un hecho para nada menor. Ahora hay que trabajar para crecer”.Quizás el Presidente se hace eco de lo que sus asesores le susurran al oído con una dosis de optimismo digna de quien no gusta de llevar malas noticias al mandatario. Reflexiones categóricas sobre una economía que no crece hace dos años no parece lo más recomendable. De todas formas lo más inquietante es no conocer ninguna estrategia para el crecimiento que no pase por “esperar a que cambie el viento” y prender algunos cirios para que se concrete la inversión en la tercera planta de celulosa y nos decore temporalmente la tasa de crecimiento de la economía. Ah, es cierto, los nuevos acuerdos comerciales! Le deseamos al Presidente mucha suerte en la ciclópea tarea de convencer de ello a sus compañeros de ruta. Si no, todo quedará prolijamente archivado, priorizando como es habitual, la unidad de su fuerza política sobre los intereses del país.

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Fanny Trylesinski

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