La selección Sub 20 terminó su participación en el Mundial de Corea 2017. Fue cuarta, no alcanzó el podio, pero no perdió en los 90 minutos.

El equipo de Coito fue de más a menos. Empezó en gran nivel en el debut ante Italia, pero después apareció solo en algunos minutos ante Japón y Sudáfrica en su grupo, pero no volvió a ser la del primer partido. esa imagen de fútbol total, de juego fluído, de pelota bien tratada desde el fondo, duró poco y nada.

Partido a partido, fue regresando a “sus raíces”, es decir, fue la viva imagen del fútbol uruguayo de clubes y selecciones. Ya no fue tanto de propuesta y fue más de respuesta, pero siguió adelante en un Mundial que tuvo a la Celeste como protagonista.

Eso es lo que hay que rescatar. Que Uruguay volvió a meterse entre los cuatro mejores del mundo. No fue fracaso, se hizo gran torneo. El futuro está en buenas manos.

desde el arco - josé mastandrea