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Vivienda, saneamiento, calles

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A veces ciertas jugadas políticas son meras zancadillas para fastidiar al adversario, trucos demagógicos para ganar una adhesión fácil, movidas para fortalecer relatos falsos. Otras veces responden a visiones estratégicas necesarias, que mejorarán la calidad de vida de la gente.

Para la Intendenta de Montevideo, la negativa de la Coalición Republicana a aprobarle el préstamo del BID fue una chicaneada o una venganza porque el Frente Amplio no le votó al intendente de Rocha un pedido similar.

Sin embargo, cuando se escuchan los argumentos dados por la economista Laura Raffo, que fue candidata por la Coalición a la intendencia capitalina, el episodio se lee de otra manera.

Cuando a esos argumentos se agrega que el gobierno anunció un plan para mejorar las viviendas de unos 16 mil hogares que viven en asentamientos, la argumentación de Raffo adquiere otra fuerza, al menos en lo que a Montevideo se refiere.

Es que esa anunciada mejora de viviendas, se hubiera potenciado con un buen saneamiento, dando aún más calidad de vida a mucha gente.

Como se recordará, la bancada coalicionista en la Junta Departamental (con alguna disidencia) estaba dispuesta a apoyar el préstamo si se cambiaba el porcentaje destinado a saneamiento y de ese modo se extendía el servicio a lugares postergados de la ciudad que la bancada señalaba como prioritarios.

El Frente no accedió y el préstamo no salió. No tenía sentido pedir un préstamo grande y cuyo pago se extendería en el tiempo, para comprar equipamiento para la limpieza de la ciudad. Esos equipos hubieran quedado fuera de uso mucho antes de que la deuda se salde. La Intendencia siempre está renovando maquinaria desgatada para sustituirlos por equipos nuevos y más eficientes y su compra sale de su rutinario presupuesto, financiado con lo que recauda por impuestos no con mega préstamos.

No tenía sentido pedir un préstamo grande y cuyo pago se extendería en el tiempo, para comprar equipamiento para la limpieza de la ciudad. Esos equipos hubieran quedado fuera de uso mucho antes de que la deuda se salde.

El anuncio de invertir 240 millones de dólares en el Plan Avanzar, si se lleva adelante en forma veloz y eficiente, será un cambio enorme para casi 16.000 hogares en 120 asentamientos de todo el país.

Se dirá que esto no sacará a nadie de la pobreza ni eliminará los asentamientos de una sola vez. Pero ayudará a que muchos tengan una vida más digna.

Se trata de un plan de largo aliento. Lo que se inicia hoy deberá completarse con los siguientes gobiernos, sea quien sea que esté al frente.

Lo ejecutará la Dirección Nacional de Integración Social y Urbana que está en la órbita del Ministerio de Vivienda.

Cuánto mejor hubiera sido aplicar ese plan si a la vez se hubiera acordado un mejor uso del fallido préstamo. Eliminar los asentamientos no es tarea fácil, pero sí se puede solucionar, paso a paso, algunos aspectos.

Uno de ellos es la calidad de la vivienda. Casas que no dejen pasar la lluvia, que abriguen y sean amplias. Eso se propone el Plan Avanzar. Quizás 16.000 hogares no sea suficiente, pero peor es que no se haga nada.

En definitiva, visto la cantidad de hogares que se pretenden cubrir y el monto que se invertirá, es un ambicioso y esperanzador punto de partida.

Otro aspecto, es el saneamiento. Un logro que no puede ser tan complicado en la medida que Montevideo tiene una amplia red. Lo que se necesita es concretarlo en varios asentamientos y llevarlo a las redes ya construidas de la ciudad. Vivir en condiciones precarias es, de por sí, un drama. Pero si las condiciones sanitarias mejoran, el drama al menos se reduce.

Por eso la Coalición fue insistente en como dirigir ese préstamo, tal como lo argumentó Raffo con claridad y contundencia. De haberse llegado a un acuerdo, en algunos asentamientos el saneamiento y la construcción de estas casas hubieran llegado de la mano.

Un tercer aspecto es que estos barrios tengan buenos caminos, calles de hormigón, bien hechas, que eliminen los barriales y las inundaciones.

Para trazar calles, claro, primero debe resolverse el saneamiento y la llegada de agua potable. Pero que haya calles es fundamental ya que facilitan el movimiento de sus moradores y permiten el rápido acceso de médicos y ambulancias, de las maestras que van a las escuelas, del patrullaje policial.

Mejores viviendas, saneamiento y buenas calles, no necesariamente eliminan los asentamientos. Pero al menos ya nunca serán como los de antes.

Es bueno que el gobierno lo haya entendido con su Plan Avanzar, es una pena que la Intendencia no haya accedido a negociar el tema del saneamiento con su oposición.

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