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Uruguay entre Trump y China

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Un libro del expresidente Lacalle analiza la coyuntura internacional con un Donald Trump aislacionista y una China ávida por abrir mercados y comerciar en todo el mundo. Una oportunidad para América Latina, en donde el ciclo izquierdista-populista parece llegar a su fin.

Estados Unidos y China conforman hoy una "nueva bipolaridad" que podría convertirse en "una gran oportunidad para los países de América Latina". Esa es una de las tesis de "América Latina, entre Trump y China", el libro publicado por el expresidente Luis Alberto Lacalle que incita a aprovechar el interés de China por comerciar e invertir en nuestra región. Un interés que, según el autor, contrasta con las ideas aislacionistas de Donald Trump, que anticipan una era de mayor indiferencia estadounidense respecto a sus vecinos sudamericanos.

En un somero análisis de la situación política regional, Lacalle comprueba que llega a su fin el ciclo de los populismos de izquierda estimulado por esa creación poco analizada que es el Foro de San Pablo. La muerte de Fidel Castro el año pasado, precedida por la de su "vicario" Hugo Chávez, la toma como un símbolo del cierre de una era signada por la radicalización, la violencia y el fracaso de los modelos económicos ensayados por el llamado "socialismo del siglo XXI" inspirados desde el eje La Habana-Caracas. Un socialismo con unos objetivos comunes enumerados por el autor, entre los cuales figura el debilitamiento de las Fuerzas Armadas, la liberalización de las drogas y el avance sobre el Poder Judicial, así como "la oposición permanente a los valores culturales e instituciones tradicionales y el desconocimiento de los valores republicanos". Una descripción que suena familiar y cercana para el lector uruguayo.

Para Lacalle ha llegado la hora de gobiernos más pragmáticos y menos doctrinarios, capaces de aprovechar las posibilidades de la actual coyuntura internacional.

En esa coyuntura pesan novedades tales como el triunfo de Trump en las elecciones estadounidenses y el "brexit" británico que representa una amenaza al viejo sueño de la unidad europea. El otro gran elemento revulsivo es la irrupción gradual pero firme de una China transformada en segunda potencia mundial que hoy —a diferencia de la línea proteccionista predicada por el nuevo inquilino de la Casa Blanca— se muestra partidaria de la globalización y del libre intercambio comercial. Una China que se expande por el mundo con unos criterios estratégicos que, según el expresidente, evocan de alguna manera el despliegue británico en el paisaje internacional del siglo XIX.

"A las cancillerías de nuestros países cabe moverse con habilidad y sentido de defensa del interés nacional en este nuevo mundo bipolar que asoma. Un futuro distinto de posibilidades aparece en el horizonte. Saber ubicarse en él, aprovecharlo, será una de las palancas del desarrollo de nuestra región, especialmente si, como parece confirmarse, los Estados Unidos están demasiado ocupados en el Norte y dejan de lado en sus prioridades a América Latina". En esas frases sintetiza Lacalle una propuesta en materia de política exterior que merece ser estudiada con atención por el canciller Nin Novoa y su elenco diplomático.

Lacalle consigna que los grandes conflictos actuales se libran en el hemisferio Norte. Así ocurre con esa grave amenaza que es el Estado Islámico, las tensiones relativas a Siria, la emergencia de Turquía e Irán como potencias regionales, las olas migratorias y la confrontación con Corea. Todas ellas —dice— "pertenecen al escenario boreal". Ese panorama facilita el avance chino en una América Latina alejada de las zonas de conflicto. "Beijing se consolida como el otro centro del poder mundial y nuestro subcontinente es uno de los objetivos de su avance", explica antes de decir que esa situación debe aprovecharse.

Aunque atada a un sistema político de partido único y calificándose de comunista, China se muestra partidaria de la apertura al comercio internacional, en una posición diametralmente opuesta a la que hoy se postula desde Washington. Lacalle recuerda la llamativa presentación del presidente chino Xi Jinping en el foro de Davos, en donde reclamó afrontar los retos de la globalización, evitar las guerras comerciales y zafar del proteccionismo que "es como encerrarse uno mismo en un salón oscuro". Aún cuesta creer que esas palabras provengan de la máxima autoridad de China.

"América Latina, entre Trump y China" es un ensayo breve y con conclusiones precisas, que no debería pasar desapercibido en un Uruguay en donde escasean quienes piensan y planean sobre asuntos internacionales. Su autor es nada menos que un expresidente, con ideas claras en la materia, caracterizado por su constante atención en la política exterior y por su búsqueda de nuevas oportunidades para nuestro país. Vale la pena leerlo.

EDITORIAL

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