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Plan Ceibal y aprendizaje

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Todos sabemos que los resultados del aprendizaje en nuestra educación son malos. La edición de las pruebas PISA de 2012, por ejemplo, fue la peor de las cuatro en las que participó Uruguay. Nuestros estudiantes de 15 años obtuvieron en promedio ese año los peores puntajes desde 2003 en matemáticas, lectura y ciencia. Sin embargo, la sociedad uruguaya ha puesto sus esperanzas en el Plan Ceibal a nivel de la escuela, y en la mayor utilización de computadoras en secundaria, para ayudar a revertir esta grave situación.

Es así que importan las conclusiones del "Reporte Estudiantes, Computadoras y Aprendizaje: Haciendo la Conexión" publicado recientemente por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Allí se analiza el vínculo entre los nuevos instrumentos de Internet y computación al servicio del estudiante, y el efectivo aprendizaje que ellos logran con esas herramientas. Para el caso uruguayo, el reporte concluye que las escuelas aún no han aprovechado la tecnología para lograr un mayor nivel de aprendizaje. Para el liceo, en donde hay 8,7 estudiantes para cada computadora, el reporte señala que la mitad de ellos no la utilizan. El informe agrega que en nuestro país, "en un día escolar típico, la mayoría de los estudiantes no utiliza Internet".

Todo esto lleva a pensar que aquí también se cumple un principio elemental de la vida social: las herramientas, de por sí, no pueden cambiar la realidad. Para poder ser útiles, dependen del manejo que de ellas se haga. Como bien dijo Miguel Brechner, presidente del Plan Ceibal, "para cumplir las promesas que la tecnología conlleva, los países tienen que invertir en forma efectiva y asegurarse de que los docentes estén al frente del diseño y la implementación de este cambio".

No alcanza entonces con invertir fuertemente en tecnología, sino que hay que llenar de contenidos de aprendizaje a esa nueva tecnología, y lograr que ellos sean utilizados en el aula. El reporte de la OCDE señala en este sentido que "el uso de computadoras no parece ser un factor destacado al explicar la variación en el desempeño de los estudiantes en matemáticas, lectura o ciencias. La mayoría de los países que han hecho grandes inversiones en tecnología relacionada con la educación (entre los que está Uruguay) no mostraron un avance importante en el desempeño de los estudiantes en la última década".

Es por todo esto que la iniciativa del Plan Ceibal de avanzar en un acuerdo con Google era tan importante. Como se recordará, a fines de mayo Ceibal y Google firmaron un convenio que permitía a docentes y estudiantes de enseñanza primaria y media obtener de forma gratuita, libre de publicidad y con uso ilimitado, la prestación Google Apps for Education. Ella es utilizada por los mejores centros de enseñanza del mundo y por más de 30 millones de personas en diversos países. A través de sus aplicaciones, se accede a herramientas de gestión, oficina, intercambio y colaboración, como correo electrónico, almacenamiento en la nube, calendario y hosting de sitios web. Y por supuesto, a partir de esta apertura hacia Google se podía seguir avanzando en contenido didáctico para los estudiantes y sacar así mayor provecho de Internet y de las computadoras.

Sin embargo, la Universidad de la República logró en julio pasado trancar esta iniciativa. Invocando argumentos de soberanía educativa y otro tipo de dislates ideológicos, y movilizando las siempre activas fuerzas conservadoras vigentes entre los referentes de la izquierda vernácula, hizo que ella misma junto al Ceibal, la Administración Nacional de Educación Pública y Antel, estudiaran la posibilidad de crear una alternativa a lo ofrecido por Google que, claro está, era sospechado de imperialismo y voluntad de espionaje internacional.

Rápidamente, Antel dejó en claro que "no está entre los objetivos competir con Google en el desarrollo de aplicaciones" y que le era inviable brindar todo el paquete ofrecido por esa empresa. Quedó claro que tampoco la Agencia Nacional de Investigación e Innovación ni la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información podían presentar una alternativa seria a la oferta de Google.

Ahora que son conocidos los resultados de este reporte de la OCDE, ¿podrá primar nuevamente la inteligencia del Plan Ceibal e implementarse entonces el acuerdo con Google, que brinda tantas ventajas a nuestros estudiantes? ¿O tendremos que seguir de rehenes de las ideas e iniciativas reaccionarias de los Markarian y las Simon?

editorial

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