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PCU, Pit-Cnt e Intersocial

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El Pit-Cnt aprobó días atrás la lista de 116 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC) que se pretende derogar mediante un referéndum. Parece una exageración, pero no puede pasarse por alto que algunos representantes sindicales habían propuesto la derogación de toda la ley.

Perder una elección no es un drama ni debe asumirse como tal. Es simplemente comprobar que la mayoría de los ciudadanos -tan ciudadanos como aquellos derrotados- eligieron un camino distinto para el país; que apostaron a una opción diferente, que en algunos casos se alinea con el continuismo y en otros a buscar un cambio. Eso fue lo que pasó entre octubre y noviembre del año pasado: el pueblo optó por cambiar el gobierno que durante quince años había dirigido los destinos del país.

Pero hay muchos que no lo entienden así, que no aceptan el libre juego de la democracia, que se consideran infalibles y, como tales, dueños de la verdad absoluta. Que entienden que la mayoría se ha equivocado y asumen que el enfrentamiento abierto y hasta desesperado marca su ruta. Son los que se conocen -en el mundo entero- como los malos perdedores, rechazan abiertamente la decisión mayoritaria y se dedican pura y exclusivamente a llevar la contra en todo y con todos los medios a su alcance. Sus convicciones democráticas -si alguna vez las tuvieron- desaparecen enseguida, apagadas por un malhumor rayano en la furia y fuertes deseos de venganza.

Esto viene al caso una vez más, por la insistencia del Pit-Cnt, a lo que se sumó el Frente Amplio y una nueva organización, denominada la Intersocial, que lleva el sello del Partido Comunista (PCU) y reúne a distintos movimientos con una impronta similar como pueden ser la FEUU, la Organización de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (Onajpu), la Federación Uruguaya de Cooperativas de Viviendas por Ayuda Mutua (Fucvam), las Ovejas Negras y la Intersocial Feminista entre otros (se supone que son bastante más). La ideología es la misma, simplemente que llevan adelante otras actividades que no son políticas (Partido Comunista-Frente Amplio) ni afecta directamente a los trabajadores (Pit-Cnt). El asunto es abarcar lo más que se pueda dentro de la sociedad, porque los dolidos por la derrota militan, están en muchas partes y se unen para enfrentar al gobierno electo.

El Frente Amplio quedó manejado por el Partido Comunista, el MPP y el Partido Socialista en su nueva versión marxista-leninista; y junto a ellos, mandan el Pit-Cnt y la flamante Intersocial, muy afirmada últimamente.

Desde el primer día de la campaña electoral, primero en solitario y luego con el respaldo de la coalición republicana, el presidente Lacalle Pou marcó claramente su intención de impulsar un paquete de medidas en ámbitos críticos para modificarlos o impulsar nuevas ideas. Y lo hicieron: fueron respaldados por el voto ciudadano y cumplieron su palabra. Esa propuesta de cambios fue lo que después generó la LUC. ¿Qué les molesta? ¿Acaso que la gente vote y elija su futuro, muy diferente al tendencioso pensamiento del Pit-Cnt, el PCU-FA y la Intersocial?

Pero, además, los artículos que se han elegido para “derogar” son justamente aquellos que llevaron a la caída del Frente Amplio. Parece que a pesar de las jornadas de autocrítica para estudiar las causas de la derrota, no aprendieron nada: lo que quieren derogar son aquellos temas vinculados con la seguridad ciudadana, la educación, la exageración en cuestiones laborales (ocupación de lugares de trabajo, por ejemplo) y vivienda para empezar.

Varios de ellos, además, fueron aprobados en el Parlamento con los votos del FA. En total son unos 200 artículos. Pero, esto no interesa a algunos dirigentes del Pit-Cnt: Gabriel Molina (viejo conocido) dirigente del Partido Comunista y del sindicato de Antel fue muy preciso cuando dijo que “me importa un carajo” lo que el Frente votó en el Parlamento. La reacción resignada del senador Mario Bergara fue un simple “yo lamento este tipo de declaraciones”, y se reinstaló el malestar con los sectores “seregnistas” (moderados) que en su momento votaron contra la iniciativa del referéndum. Pero nada más que eso.

Asamblea Uruguay, el Partido Demócrata Cristiano y la Vertiente Artiguista entre otros fueron arrasados. El Frente Amplio quedó manejado por el Partido Comunista, el MPP y el Partido Socialista en su nueva versión marxista-leninista; y junto a ellos, mandan el Pit-Cnt y la flamante Intersocial, muy afirmada últimamente. Aunque, en definitiva es el mismo bloque que a diez días de la aparición del coronavirus en el Uruguay, y a poco más de veinte días que asumiera el presidente Lacalle Pou, realizó una movilización contra el gobierno.

Malos perdedores desde el principio al fin. La ideología no les permite hacer otra cosa. La democracia sirve para ganar el gobierno, no para perderlo.

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